Bloomberg — Un senador mexicano de la oposición perdió el lunes 9 de septiembre el contacto con sus colegas, encendiendo las especulaciones de que había decidido aportar el voto final que el presidente Andrés Manuel López Obrador necesita para sacar adelante una reforma judicial que ha asustado a los inversionistas mundiales.
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El senador Miguel Ángel Yunes Márquez, del Partido Acción Nacional (PAN) ha estado en el punto de mira de los medios de comunicación locales durante días. Columnistas políticos lo han identificado como el senador de oposición con más probabilidades de apoyar el plan del partido gobernante, Morena, para una reforma constitucional que incluiría la elección directa de los magistrados de la Suprema Corte.
El lunes, sus colegas informaron que no habían podido comunicarse con Yunes horas antes del debate del proyecto en el Senado. La mayoría de Morena en el nuevo Congreso, que tomó posesión este mes, está a solo un voto del total que necesita para aprobar una reforma constitucional, por lo que lo lograría si convierte a Yunes.
Yunes no pudo ser localizado por Bloomberg a última hora del lunes. Anteriormente había dicho que votaría en contra de la reforma junto con el resto de los senadores del PAN.
“Hago un respetuoso y firme llamado (a Yunes Márquez) a que confirme su postura en torno a la reforma judicial”, dijo a la prensa la coordinadora de los senadores del PAN, Guadalupe Murguía Gutiérrez, después de una reunión del partido sobre el tema el lunes por la noche, a la que Yunes no asistió.
Un medio, El Sol de México, informó a última hora del lunes y sin aportar pruebas que Yunes, senador por el estado de Veracruz, había cambiado de bando y apoyaría la reforma.
Órdenes de arresto
Según una columna de opinión publicada por Milenio, a Yunes le habían ofrecido retirar varias órdenes de aprehensión contra miembros de su familia por presuntos casos de corrupción si apoyaba la reforma.
“Exigimos al Gobierno federal que deje de presionar a las senadoras y los senadores de oposición con ofertas corruptoras y actuaciones intimidatorias de las fiscalías”, dijo Murguía Gutiérrez el lunes.
El líder de Morena en el Senado, Adán Augusto López, ha negado que el partido haya ofrecido dinero o presionado a senadores de oposición para que voten a favor de la reforma judicial.
La reforma, que busca que todos los jueces federales de México sean elegidos por voto popular, requiere la aprobación de una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso, además de la mayoría de las legislaturas estatales. El proyecto fue aprobado cómodamente la semana pasada en la Cámara de Diputados, y Morena cuenta con un amplio apoyo en los estados, por lo que el Senado sigue siendo el único obstáculo significativo.
El Senado empezará a debatir el proyecto de ley el martes y podría empezar a votarlo ese mismo día.
Traducido por Paulina Steffens.
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