Ciudad de México — El presidente Andrés Manuel López Obrador dejará sin blindaje fiscal al próximo Gobierno de México que enfrentará un escenario de ingresos a la baja, de acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda.
AMLO, como se le conoce al presidente, recibió de su antecesor, el expresidente Enrique Peña Nieto, una bolsa de MXN$368.492 millones en fondos de estabilización disponibles para utilizar en caso de que los ingresos presupuestarios sufrieran disminuciones respecto a lo estimado en la Ley de Ingresos.
El Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), conocido como el “guardadito fiscal” del Gobierno, reportó un saldo de MXN$279.770 millones al inicio de la actual administración, mientras que el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) registró un saldo de MXN$88.722 millones, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda.
En 2020, México atravesó por la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 y tuvo que echar mano de los fondos de estabilización para contrarrestar los efectos de la crisis sanitaria en la recaudación y en los ingresos petroleros.
Desde entonces los saldos de los fondos de estabilización no han podido regresar a los niveles previos a la pandemia. Al segundo trimestre de 2023, el FEIP y el FEIEF suman MXN$61.279 millones, de acuerdo con datos de Hacienda.
Lo anterior implica que el próximo Gobierno no iniciará con los saldos suficientes en el FEIP y el FEIEF, como los mecanismos fiscales que proveen los recursos para enfrentar a una nueva crisis económica de la magnitud del coronavirus.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estima que, al ritmo de acumulación actual, tomaría 17 años alcanzar el saldo nominal de 2018 (año con el mayor saldo), asumiendo que en el período no se presenten crisis económicas y que sólo se percibieran ingresos por excedentes de la Ley de Ingresos de la Federación.
“Dado que los fondos de estabilización funcionan como un mecanismo de ahorro para atender posibles caídas en los ingresos públicos, su preservación es fundamental para las finanzas públicas”, apuntó.
Sin blindaje fiscal en el próximo sexenio
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, compareció el 20 de septiembre ante el Pleno de la Cámara de Diputados con motivo del Quinto Informe de Gobierno y el Paquete Económico 2024, en donde fue cuestionado por el diputado Gilberto Hernández, del Partido Verde, sobre qué posición de liquidez y fondos se dejarán a la siguiente administración.
El secretario enlistó una serie de amortiguadores que tiene el país, pero no se refirió al FEIP o FEIEF, que son los mecanismos que por Ley ayudan al país a enfrentar los problemas que surgen cuando sus ingresos públicos tienen caídas por menos ingresos petroleros o baja recaudación.
Entre los mecanismos de defensa para la estabilidad económica del país -dijo- se encuentran las coberturas petroleras que se contratan cada año y que cubren el precio del petróleo del Presupuesto; y la línea de crédito contingente con el Fondo Monetario Internacional que asciende a US$47.000 millones.
Asimismo -añadió- se cuenta con una línea Swap con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por US$9.000 millones; reservas internacionales de Banxico por US$204.000 millones, y un bono catastrófico por US$485 millones.
El Gobierno de AMLO prevé que los ingresos presupuestarios registren una tendencia a la baja.
Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) proyectan que los ingresos presupuestarios cierren el año en un nivel de 21,7% del Producto Interno Bruto (PIB), menor al 22,3% que se había aprobado en la Ley de Ingresos 2023.
Para 2024, el último año del sexenio de AMLO, se proyectan ingresos presupuestarios a la baja para ubicarse en 21,3% del PIB y hacia 2025, el primer año del próximo Gobierno, se prevé todavía un ligero descenso para situarse en 21,1% del PIB.
Estos ingresos contrastan con lo esperado para el gasto público, ya que se prevé que este ascienda a 26,2% del PIB en 2024 y a 23,2% del PIB en 2025.
