Bloomberg — El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la respuesta de su Gobierno al huracán Otis, la tormenta de categoría 5 que azotó la ciudad turística de Acapulco el miércoles 25 de octubre y dejó al menos 45 muertos y 47 desaparecidos.
La administración de López Obrador ha sido criticada por rivales políticos y expertos por no avisar adecuadamente a los residentes antes de que llegara la tormenta y luego por no brindar seguridad y suministros básicos después del huracán en medio de una búsqueda prolongada de los desaparecidos.
López Obrador pasó gran parte de una conferencia de prensa el lunes 30 de octubre atacando a críticos y presentadores de televisión.
“No vamos a ocultar nada de nada. No somos como los corruptos de antes”, dijo el presidente, añadiendo que los medios habían sido irresponsables en la forma de informar. “Son como buitres buscando muertos”, dijo.
Las autoridades han prometido que se restablecerá la electricidad en gran parte de la ciudad el martes 31 de octubre mientras las fuerzas armadas dirigen los esfuerzos de recuperación y entrega de ayuda. Las primeras estimaciones cifran los daños en US$15.000 millones.
El lunes, 1.600 trabajadores del Gobierno estaban realizando un censo casa por casa, tratando de determinar la magnitud de los daños.
La Asociación de Bancos de México dijo que los prestamistas renunciarían a las tarifas de retiro que normalmente se cobran a los clientes, mientras que la Secretaría de Hacienda, la autoridad fiscal y el banco de desarrollo Banobras tenían previsto reunirse con los propietarios de hoteles.
Los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox expresaron públicamente su frustración por la respuesta del Gobierno, lo que llevó a AMLO, como se conoce al presidente, a contraatacar.
También criticó duramente a los principales medios de televisión, como Televisa y TV Azteca, por su cobertura del huracán y los posteriores esfuerzos de recuperación. El presidente ha tenido durante mucho tiempo una relación irritable con la prensa.
“Quieren que nos vaya mal y que haya muchos muertos”, dijo López Obrador, quien está en el último año de su sexenio y no es elegible para postularse para la reelección en junio, pero cuyo partido busca seguir siendo la fuerza política dominante después de la votación de 2024 en México.
“Estamos enfrentando las adversidades, especialmente la pérdida de vidas humanas, y seguiremos luchando por nuestro propio bienestar y el de las generaciones futuras”.
Una encuesta del diario El Financiero mostró el lunes que el 43% de 1.620 personas encuestadas a nivel nacional dijeron que el Gobierno estaba haciendo un buen o muy buen trabajo para ayudar a Acapulco, mientras que el 39% lo calificó como malo o muy malo. Cincuenta y uno por ciento de los mexicanos encuestados desaprobó las medidas preventivas del Gobierno antes del huracán.
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