Ciudad de México — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como un hecho autoritario la irrupción de fuerzas policiales a la embajada de México en Ecuador y la captura del exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba refugiado allí.
AMLO, como es conocido el mandatario mexicano, apuntó durante su conferencia diaria que la decisión del presidente Daniel Noboa, que provocó un conflicto diplomático entre ambos países el fin de semana, habría tenido motivaciones políticas internas.
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“Hay una confrontación interna y eso los lleva a tomar una medida de este tipo, pero sin dimensionar la repercusión que tienen para su pueblo, para Ecuador y para los países del mundo”, dijo López Obrador. “Fue una cosa verdaderamente autoritaria”.
El mandatario agradeció las demostraciones internacionales de apoyo a México, señalando que algunas de ellas tuvieron más ímpetu que otras. En ese sentido, confirmó que en el marco de esta crisis Nicaragua también rompió relaciones con Ecuador, un hecho que no fue solicitado por México.
El Gobierno mexicano confirmó que presentará una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, además de que pedirá el respaldo a los países de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“Vamos a enviar una carta al Secretario de Naciones Unidas”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, quien señaló que hasta antes de la crisis Ecuador no había nombrado un embajador en el país, pero que el cuerpo diplomático de Ecuador por ahora sigue en México.
“Hay reciprocidad, en algún momento dado el Gobierno de Ecuador tomará sus decisiones, pero no forzado por nosotros”, señaló Bárcena
Hoy la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó a una reunión para este martes 9 de abril de 2024, en la cual se abordará la crisis desatada entre México y Ecuador.
La noche del viernes 5 de abril, Andrés Manuel López Obrador ordenó suspender las relaciones diplomáticas con Ecuador después de que fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron en la Embajada de México en la ciudad de Quito, para la captura de Glas.
El Gobierno de Ecuador justificó la entrada ante lo que consideró como un abuso de inmunidades y privilegios diplomáticos y concedió asilo a Glas “contrario al marco jurídico convencional”.
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