Ciudad de México — La reducción del déficit fiscal en 2025, que implicará un recorte al gasto público en el primer año del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum, tendrá efecto en la economía mexicana.
El ajuste fiscal que tendrá que aplicar Sheinbaum al gasto público el próximo año restaría casi un punto porcentual al crecimiento económico de México en 2025, de acuerdo con una nota de análisis de Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.
Coutiño, quien fue reconocido por FocusEconomics como uno de los tres mejores pronosticadores del Producto Interno Bruto (PIB) para 2023, dijo en el análisis que, dado el aumento en la vulnerabilidad fiscal del país, las autoridades salientes y entrantes se han comprometido a llevar a cabo un ajuste fiscal en el 2025.
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El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador prevé que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del déficit fiscal, cierren este año en 5,9% del PIB, el más alto en más de dos décadas.
Mientras que para 2025 se propone a la administración entrante reducir el déficit fiscal a 3% del PIB como parte de un proceso de consolidación fiscal.
Sheinbaum ha declarado durante la transición política que el déficit fiscal bajará a un rango de entre 3% y 3,5% del PIB en su primer año de Gobierno. “Vamos a ser muy responsables”, declaró.
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Coutiño señala que las autoridades han argumentado que dicho ajuste se dará mayormente como resultado de la terminación de los proyectos de inversión de la administración saliente.
Sin embargo, el desvanecimiento de ese gasto de inversión implica un ajuste en el volumen de inversión con respecto al ejercido en 2024, por lo que necesariamente tendrá un efecto sobre el crecimiento de la economía en 2025.
Moody’s Analytics ha realizado estimaciones con un modelo de elasticidad fiscal del producto, las cuales indican que una reducción en el gasto programable equivalente a un punto porcentual del PIB, el cual incluye gasto corriente y de capital, produce una reducción de tres décimas de punto porcentual en el crecimiento del PIB.
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De tal forma que un ajuste a la baja en el gasto de tres puntos del PIB, como el propuesto por las autoridades, reduciría el crecimiento del PIB en alrededor de nueve décimas en el 2025.
Es decir, si se parte de un estimado de crecimiento de 1,5% para 2025, entonces el ajuste fiscal reduciría el crecimiento a 0,6% en el primer año de la próxima administración.
Hacienda prevé un crecimiento económico para 2025 en un rango de entre 2% y 3%, mientras que la encuesta de Banco de México (Banxico), realizada a especialistas y publicada este 1 de agosto, muestra que la expectativa de crecimiento para 2025 bajó a 1,61%.
Coutiño mencionó en la nota que el ajuste fiscal no necesariamente produciría una recesión, pero las consecuencias sobre el crecimiento económico no serían insignificantes.
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“De hecho, el efecto sobre el crecimiento sería aún mayor si todo el ajuste fiscal recae en el gasto de capital, el cual tiene repercusiones sobre la inversión privada en construcción y consecuentemente sobre el empleo en ese sector”
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics
La Secretaría de Hacienda del Gobierno de AMLO, como se le conoce al presidente, negó que la economía mexicana caiga en recesión en 2025, si se materializa la reducción del déficit fiscal.
Rodrigo Mariscal, economista en jefe de Hacienda, dijo que México tiene un multiplicador fiscal muy bajo, por lo que un ajuste fiscal no implicará una contracción del PIB, ya que la economía no es tan sensible a los ajustes que el sector público realice en el presupuesto.