Bloomberg Línea — Otro escándalo sacude a la administración de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, luego de que el 31 de agosto dimitieran el secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, y el secretario de Defensa, José Manuel Zelaya, por presuntos vínculos con el narcotráfico, tres días después de que el Gobierno cancelara el tratado de extradición con los Estados Unidos.
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Carlos Zelaya y José Manuel Zelaya, hermano y sobrino, respectivamente, del expresidente de Honduras, Manuel Zelaya (esposo de Castro y derrocado en un golpe de Estado en 2009), anunciaron su renuncia el sábado para que el primero sea investigado por la Fiscalía de Honduras tras admitir que se reunió con dos narcotraficantes que le ofrecieron dinero para su campaña.
Tras declarar ante el Ministerio Público, Carlos Zelaya dijo que había “caído en una trampa” y reconoció que participó en una reunión en 2013 en la que presuntamente asistieron Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder del cártel Los Cachiros, el alcalde de Tocoa Adán Fúnez, Carlos Muñoz y Ramón Matta Waldurraga.
“Esa reunión nunca tuvo el aval del presidente Zelaya, nunca tuvo ni el aval ni el acompañamiento, mucho menos el conocimiento de esa reunión, ni el presidente Castro. Fue una reunión unilateral de mi parte”, aseguró a periodistas, tras rendir declaración a fiscales de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), en el marco de un proceso investigativo por la mención de hondureños en juicios en Estados Unidos.
Poco después de anunciar su renuncia, su hijo, José Manuel Zelaya, informó vía X que dimitiría a su cargo como secretario de Defensa. “La misión del Partido Libre y de la Resistencia está por encima del ejercicio de un cargo público, por ello, y para que se investigue con toda libertad, he presentado mi renuncia como Ministro de Defensa ante la presidenta Xiomara Castro”.
Zelaya fue citado por el fiscal general, Johel Zelaya, luego que fue mencionado en la corte de Nueva York, Estados Unidos, durante el juicio del expresidente, Juan Orlando Hernández.
Castro aceptó la renuncia de su secretario de Defensa y en el cargo nombró a Rixi Moncada, una abogada cercana a la familia presidencial, quien se retiró de la Secretaría de Finanzas en enero de 2024 para buscar la candidatura presidencial del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre).
La dimisión de los dos altos funcionarios se da en medio de la controversia que ha generado la decisión de Castro de “dar por terminado” el tratado de extradición con Estados Unidos, un acuerdo que le ha permitido a Honduras extraditar a decenas de ciudadanos por vínculos con el narcotráfico, incluyendo al expresidente Juan Orlando Hernández, quien cumple una condena en Estados Unidos tras ser encontrado culpable de tres cargos relacionados con tráfico de droga y armas.
Los aliados internacionales de Castro
Castro, a través de su Cancillería, notificó la resolución el 28 de agosto a la Embajada de EE.UU. en Tegucigalpa, horas después de que la diplomática estadounidense, Laura Dogu, cuestionara que el secretario de Defensa y el jefe de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, se hubiesen reunido con el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.
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En un evento posterior, Castro dijo que “se está fraguando un plan en contra de mi gobierno”, al tiempo de asegurar “que no podemos permitir” los ataques al jefe de las Fuerzas Armadas y al ministro de Defensa, “porque debilita a la institucionalidad, pone en precario el proceso electoral que se avecina”.
La mandataria agregó: “No voy a permitir que se utilice el instrumento de extradición para intimidad o chantajear a las Fuerzas Armadas. No a los golpes de Estado”.
Los alegatos de rechazar “la injerencia y el intervencionismo de Estados Unidos” y reafirmar “el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos”, recibieron el respaldo de los gobiernos de Cuba y Venezuela.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó el sábado su “absoluto respaldo” Castro, “quien es víctima de un ataque cruel y desmedido por parte de quienes han sembrado el terror y promovido golpes de Estado” en América Latina.
En X, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel instó a que cesara “la intromisión en los asuntos internos de Honduras”, al tiempo que dio su “apoyo y solidaridad a la presidenta, a su Gobierno y al pueblo hondureño ante los ataques a la soberanía de Honduras y de Nuestra América”.
“Una excusa muy pobre”
Para Salvador Nasralla, exdesignado presidencial de Honduras, el dar por terminado el tratado de extradición con EE.UU. por las críticas de la embajadora de dicho país “es una excusa muy pobre” del Gobierno.
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Nasralla agregó a periodistas de Tegucigalpa que Carlos Zelaya admitió que se reunió con narcotraficantes porque “ya recibió la ayuda de parte de su cuñada” al eliminar el tratado de extradición con EE.UU., y consideró que por ello Xiomara Castro se ha convertido en “cómplice del narcotráfico”.
Este lunes, la embajadora de Honduras en Canadá, Beatriz Valle, anunció su renuncia al cargo en rechazo a la denuncia del Tratado de Extradición con EE.UU.
“Me es imposible apoyar esa decisión o ignorar las consecuencias negativas que esa situación traerá a mi amada patria y ser considerada cómplice o responsable de las mismas”, dijo.