Bloomberg Línea — Adriana Ruano escribió una nueva página en la historia de Guatemala al ganar la primera medalla de oro del país en la prueba de foso olímpico femenino en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La atleta de 29 años, que inició su carrera deportiva en la gimnasia y, con el tiempo, se trasladó al tiro deportivo con armas de caza, ha sido reconocida como una de las 500 personas más influyentes de Bloomberg Línea de este 2024 debido a sus logros excepcionales en el deporte del tiro.
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En la competencia olímpica del 31 de julio, su desempeño fue sobresaliente, derribando 45 platos y estableciendo un nuevo récord olímpico. Además de su éxito en la capital francesa, Adriana ha demostrado una gran resiliencia y dedicación a lo largo de su carrera. Comenzó a practicar el tiro deportivo en 2012, después de una lesión que la obligó a dejar la gimnasia artística.
Su perseverancia y trabajo duro la llevaron a cumplir su sueño olímpico en Tokio 2020 y a alcanzar la gloria en París. El impacto de la atleta va más allá de sus logros deportivos.
Historia de superación
Adriana Ruano Oliva nació el 26 de junio de 1995 en Guatemala. Desde niña, estuvo inmersa en el deporte, practicando ballet y gimnasia artística, según la reseña biográfica compartida por el Comité Olímpico Guatemalteco (COG). A los 4 años, se inspiró en la gimnasta olímpica Luisa Fernanda Portocarrero, soñando con algún día competir en los Juegos Olímpicos.
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Entre los 7 y los 16 años, Adriana se dedicó a la gimnasia, llegando a formar parte de la Federación Nacional de Gimnasia de Guatemala. Sin embargo, una lesión en la columna le impidió competir en el clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, truncando su sueño de ser gimnasta olímpica.
A finales de 2012, gracias a la invitación del tirador Rodrigo Zachrisson, Adriana comenzó a practicar tiro con armas de caza. A pesar de su lesión, perseveró y se clasificó para los Olímpicos de Tokio 2020, donde terminó en el puesto 26 con 110 platos derribados, siendo la mejor latinoamericana del ranking mundial femenino.
Su historia de superación y éxito es un ejemplo de cómo la determinación y el esfuerzo pueden llevar a alcanzar grandes metas, convirtiéndola en una figura influyente no solo en el ámbito deportivo, sino también en la sociedad guatemalteca, como destacó el presidente Bernardo Arévalo.
El mandatario guatemalteco resaltó los triunfos de oro de Ruano y bronce de Jean Pierre Brol marcan una nueva etapa en el deporte guatemalteco e inspiran para que más niños, niñas y jóvenes guatemaltecos sueñen con subir al podio de los Juegos Olímpicos.
“Fue un día mágico: lo primero que se me vino a la menta fue un agradecimiento enorme a Dios, por darme el privilegio de vivir ese momento, también me entró esa sensación de decir que todo valió la pena, que todo ese esfuerzo y ese sacrificio que hemos hecho con mi familia, como equipo, de superar todos los obstáculos que se me presentaron y decir que valió la pena”, recordó Adriana de su experiencia al subir al podio.
Ahora tiene la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.