Bloomberg Línea — Bernardo Arévalo de León celebró su primer año como presidente de Guatemala el martes 14 de enero. En su discurso ante el Congreso de la República, el mandatario reconoció que, al asumir el cargo, sabía que el camino no sería fácil: “Recibimos un país con heridas profundas, marcadas por la pobreza, la desigualdad y una desconfianza arraigada en cada rincón de nuestra sociedad”.
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El diplomático de 66 años y su partido político, Movimiento Semilla, enfrentaron muchas dificultades para llegar al día de la toma de posesión, en particular por la oposición de la élite guatemalteca que, mediante una serie de acciones cuestionables, buscaba impedir que asumiera democráticamente el cargo.
En la presentación del informe de gobierno ‘La Primera Cosecha’, Arévalo de León destacó que en 2024 lograron avances significativos en seguridad, educación, salud y economía, entre ellos, la tasa de homicidios más baja en 15 años y un crecimiento del PIB de 3,7%, con una inflación de 1,7%.
En 2025, el gobierno ha priorizado proyectos de desarrollo de infraestructura, apoyo a pequeños agricultores, asistencia a migrantes y oportunidades educativas para jóvenes.
Sin embargo, persisten las deudas acumuladas y el reclamo popular de que la administración ha dedicado esfuerzos obsesivos y sin éxito en destituir a la fiscal general de la República, Consuelo Porras, señalada por corrupción por más de 40 gobiernos, incluyendo Estados Unidos, y quien tiene abiertos procesos judiciales por motivos políticos contra miembros del gobierno del presidente Arévalo.
La corrupción que les toca enfrentar
El informe del primer año de gobierno dice que han “heredado un país profundamente marcado por actos de corrupción que se han arraigado en distintas esferas del Estado. Estas prácticas no solo desvían recursos esenciales destinados a servicios públicos como salud, educación e infraestructura, sino que fortalecen redes de poder que buscan beneficiar intereses particulares a expensas del bienestar colectivo”.
Guatemala, junto con Haití, Venezuela, Nicaragua y Honduras, se ubicó entre los cinco más corruptos de América Latina y el Caribe, según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2023 de Transparencia Internacional. La puntación fue de 23 sobre 100, ubicándose en el puesto 154 de 180 países evaluados.
La organización sin fines de lucro InSight Crime señaló en su informe ‘Arévalo, un año después: ¿El presidente de Guatemala está perdiendo la lucha contra la corrupción?’ que la viabilidad de la agenda anticorrupción del socialdemócrata puede depender de si el presidente consigue destituir a Porras.
Arévalo se había comprometió a exigir la dimisión de la fiscal como uno de sus primeros actos en el poder, pero según la legislación guatemalteca un presidente no puede destituir unilateralmente a un fiscal general. El mandatario ha buscado vías alternativas, pero aún no ha encontrado ninguna que funcione.
Por otra parte, la organización Reporteros Sin Fronteras también ha pedido al presidente a tomar medidas más enérgicas para garantizar que el sistema judicial guatemalteco no se utilice como instrumento de persecución política contra críticos y periodistas, entre ellos, José Rubén Zamora.
Perspectivas económicas para 2025
El PIB nominal de Guatemala ha mostrado un crecimiento constante, con una diversificación en sectores como exportaciones agrícolas y remesas familiares, dijo Rafael Cuestas Rolz, desarrollador de Área para Centroamérica en Expense Reduction Analysts (ERA). Esto destaca una base económica sólida, aunque la inversión extranjera directa muestra un área para fortalecer.
Las remesas familiares, que en 2024 totalizaron US$21.510 millones, siguen siendo un pilar económico crucial, representando un flujo importante de divisas. Sin embargo, el equilibrio de la balanza comercial y la diversificación de exportaciones seguirán siendo temas prioritarios, sostuvo el analista.
Mientras que sectores como la energía renovable y el turismo muestran gran potencial, especialmente si se combinan con incentivos fiscales y estrategias de desarrollo sostenible. “En un mundo interconectado, Guatemala tiene la oportunidad de posicionarse como un hub competitivo en la región centroamericana. El éxito dependerá de políticas macroeconómicas equilibradas y la colaboración público-privada para generar valor y bienestar para todos los guatemaltecos”, dijo Cuestas Rolz.
Salud pública en la balanza
En 2024, el Ministerio de Salud de Guatemala experimentó varios cambios en su cúpula, con Óscar Cordón dejando el cargo de ministro y siendo reemplazado por Joaquín Barnoya.
Los hospitales públicos enfrentaron problemas recurrentes, como el desabastecimiento de medicamentos debido a deudas con proveedores y contratos millonarios para remozar edificios, que están bajo investigación. Las autoridades de Salud tomaron medidas para abordar estos problemas, estableciendo mesas de diálogo con proveedores y avanzando en el pago de sueldos atrasados
No obstante, el impacto en la mejora de los servicios todavía no se percibe, como denunció el partido opositor Vamos en un comunicado sobre el primer año del actual mandatario.
Esfuerzos en materia de seguridad
La incidencia de homicidios registró una disminución en 2024, consolidando un logro histórico, según la Coalición por la Seguridad Ciudadana. “Este esfuerzo muestra el trabajo de las autoridades de seguridad y justicia por seguir trabajando en lograr que Guatemala sea un país más seguro”, dijo.
El año pasado, se registraron 75 homicidios menos que el año anterior, lo que representa una reducción del 2,5%. “Este año, Guatemala debería lograr reducir los homicidios a menos de 15 por cado 100.000 habitantes para seguir con una tendencia a la boja”, mencionó Juan Mini, presidente de la Coalición por la Seguridad Ciudadana y director de Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa).
Plan de retorno para migrantes
A días de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la incertidumbre sobre las medidas que pueda tomar sobre migración, Arévalo anunció un programa de apoyo para el retorno de migrantes guatemaltecos, el cual contendrá tres pilares: uno de respaldo a los que están fuera, otro para los que iniciaron el regreso a Guatemala y otro para su reintegración en el país.
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La primera fase mejorará la red consular para los migrantes en el extranjero, coordinando acciones con México y países de Centroamérica. La segunda fase se centrará en el retorno de migrantes, ofreciéndoles recepción y atención dignas mediante albergues temporales en la capital y puntos estratégicos.
La tercera fase está enfocada “preparar las condiciones adecuadas para la reinserción digna de nuestros retornados”. El mandatario dijo que se buscará un trabajo conjunto de las instituciones con el sector privado y social para generar oportunidades para los migrantes que vuelvan a Guatemala.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) estima que unos 2,7 millones de guatemaltecos residen en Estados Unidos, pero solo 400.000 poseen documentos para trabajar. Mientras que en 2024, el Instituto Guatemalteco de Migración, registró 61.680 guatemaltecos deportados de EE.UU.
