Estos son los desafíos fiscales de Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile y Perú, según JPMorgan

El banco de inversión cree que los desafíos de consolidación pueden verse agravados por la presión asociada a los altos pagos de intereses, una combinación de tasas elevadas y deuda pública

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Los gobiernos latinoamericanos vienen prometiendo tener cierta prudencia fiscal a mediano plazo, mientras se discuten los presupuestos de 2025, pero los desafíos en este frente crecen en la mayoría de las principales economías de la región. Al menos, eso señala el equipo de research del banco de inversión estadounidense JPMorgan Chase & Co. (JPM).

Según informe elaborado por dicha compañía, el desvanecimiento de la presión de las tasas cíclicas máximas será relevante para la región en 2025, pero “hay riesgos crecientes de que los desarrollos locales y globales añadan presión sobre el tipo de cambio, limitando el espacio para condiciones monetarias más flexibles”. En este contexto, destaca JPMorgan, para la mayoría de los países, los desafíos de consolidación pueden verse agravados por la presión asociada a los altos pagos de intereses, en una combinación de tasas de interés elevadas y deuda pública.

Otro riesgo que vale la pena monitorear para las cuentas fiscales, según este banco, refiere al impacto negativo de los precios más bajos de las materias primas para la región, lo que tiende a deprimir los ingresos debido a menores regalías para los productores de commodities.

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Los principales desafíos para Brasil, México, Colombia y Chile

Esto señala el informe de JPMorgan respecto de las seis principales economías de Latinoamérica:

  • En el caso específico de Brasil, el posible anuncio de medidas para contener el crecimiento del gasto representa un riesgo positivo para la dinámica fiscal, explica JPMorgan. Sin embargo, el informe subraya que, hasta ahora, la mayor parte de la consolidación fiscal se ha basado en eventos no recurrentes, como el efecto decreciente de los desembolsos de precautorios del 0,9% del PIB a finales de 2023 y los ingresos únicos.

“Si bien esos ingresos extraordinarios acercaron el balance fiscal primario al límite inferior de -0,25% del objetivo y pueden reducir las necesidades de financiamiento, las recientes señales políticas han puesto en duda el compromiso con la consolidación fiscal a mediano plazo”, según JPMorgan. El banco estadounidense mantiene la opinión de que “el resultado primario de 2025 no solo no alcanzará el objetivo de equilibrio, sino que también se deteriorará en contraste con este año”.

  • En relación a la segunda economía latinoamericana, JPMorgan escribió: “México se abstuvo de un estímulo fiscal durante la pandemia, pero en este año electoral envió el déficit fiscal a un máximo en varios años de cerca del 6% del PIB”. La nueva administración enfrenta ahora el desafío de reducir drásticamente el déficit del próximo año mientras continúa honrando los programas sociales constitucionalmente obligatorios que son cada vez más costosos.

“Creemos que esto requerirá recortes agresivos de gasto en otros lugares que afectarán el crecimiento del PIB, particularmente a través del gasto en infraestructura. Nuestro escenario base es que el déficit caiga al 4%, un nivel que consideramos suficiente para calmar las preocupaciones sobre la insostenibilidad de la deuda, pero que no saca al país del atolladero. Problemas importantes que abarcan desde las necesidades financieras de la empresa estatal Pemex hasta los programas sociales cada vez más costosos seguirán pesando sobre las finanzas públicas”.

  • En cuanto a Argentina, JPMorgan resaltó que el Javier Milei se ha comprometido repetidamente a la disciplina fiscal, por lo que el banco espera que el país logre equilibrio fiscal para el año en curso y el próximo. “Sin embargo, los desafíos abundan”, indicaron los analistas. Y agregaron: “Consideramos óptimo aprovechar la estrecha brecha cambiaria para comenzar a liberar controles de capital a finales de este año o principios del próximo. Esto aumentaría la probabilidad de acceder a los mercados de deuda externa el próximo año, ya que hay amortizaciones de deuda externa equivalentes al 1,2% del PIB en 2025, pero la administración ha declarado que el acceso a los mercados externos no es una prioridad”.

El Tesoro enfrenta amortizaciones de deuda externa del 1,2% del PIB el próximo año. Dadas las elevadas necesidades de amortización de deuda en moneda local en 2025 (hasta el 13% del PIB), “parece probable que una operación de gestión de pasivos antes de fin de año ayude a descomprimir las necesidades financieras generales para 2025″, escribieron los autores del informes. Y enfatizaron que el Tesoro cuenta con un colchón relevante en forma de depósitos en moneda local en el BCRA por el equivalente al 2,4% del PIB. “Mantenemos una perspectiva constructiva a futuro”, resaltaron.

  • JPMorgan indicó que los riesgos fiscales de Colombia también siguen siendo relevantes. Los analistas señalaron:

“Este año, el Tesoro sobrestimó notablemente los ingresos fiscales esperados, y la administración, para no poner en peligro los límites de la regla fiscal, recortó los gastos y, además, ha recurrido a una ejecución presupuestaria sustancialmente inferior. Para el próximo año, en medio de la falta de consenso sobre el tamaño del presupuesto de 2025, es probable que el presidente Gustavo Petro lo sancione por decreto ejecutivo. Esperamos que el riesgo fiscal continúe ejerciendo presión sobre las primas de inversión a menos que el gobierno ceda en su intento de seguir aumentando el gasto fiscal”.

  • En cuanto a Chile, el banco estadounidense espera que el déficit fiscal se comprima, aunque a un ritmo más lento de lo que anticipa la administración. El déficit fiscal total en los últimos 12 meses fue del 3,9% del PIB hasta agosto, mientras que la administración tiene como objetivo una reducción al 2,0% para fin de año. El presupuesto de 2025 busca una consolidación adicional con un balance fiscal proyectado del 1% del PIB.

“Si bien estamos de acuerdo en que un crecimiento más firme, los precios aún altos del cobre y el paquete fiscal contra la elusión recientemente aprobado en el Congreso ayudarán, somos más cautelosos que la administración, asumiendo un déficit fiscal del 1,3% del PIB, que sería consistente con un balance primario equilibrado”, escribieron desde JPMorgan.

  • En Perú, los déficits fiscales totales de los últimos 12 meses se situaron en el 4% del PIB y la administración tiene como objetivo reducir el déficit total al 2,8% para fin de año. La consolidación parece un desafío, a pesar de un crecimiento más firme del PIB y términos de intercambio más altos. Dicho esto, JPMorgan espera que los ingresos mejoren, y pronosticamos el déficit fiscal del próximo año en el 2,2% del PIB.