Una fintech apuesta por transformar el acceso al crédito para pymes en Centroamérica

La salvadoreña Ábaco cerró recientemente su ronda pre-semilla con US$4 millones, capital que le permitirá desarrollar nuevos productos de tecnología financiera.

Un cliente utiliza una tarjeta de crédito para efectuar un pago sin contacto.
20 de septiembre, 2024 | 03:00 AM

Bloomberg Línea — Una fintech salvadoreña tiene el plan reinventar los servicios financieros tradicionales con soluciones de liquidez para que las empresas en Centroamérica crezcan.

Lea más: El venture capital en Centroamérica promete, y más en Belice, Costa Rica y El Salvador

Ábaco, fundada por Alejandro McCormack, Carlos Villalobos y Moisés Hasbún, busca diferenciarse de las opciones tradicionales, con una plataforma 100% digital, que controla todas las facturas pendientes desde un solo lugar, evita retrasos y optimiza el flujo de caja.

PUBLICIDAD
Moisés Hasbún, Carlos Villalobos y Alejandro McCormack.

En semanas recientes, la startup cerró su ronda pre-semilla con US$4 millones, capital que le permitirá desarrollar nuevos productos de tecnología financiera, abrir nuevos mercados en la región de América Latina y expandir su base de clientes que buscan soluciones financieras innovadoras.

McCormack contó a Bloomberg Línea que la ronda estuvo fuertemente sobresuscrita por “la gran tracción que lleva la empresa y el momentum que hemos logrado en los últimos 12 meses. De ahí que lográramos la ronda preseed con mayor número de fondos VC participando en la historia de Centroamérica”.

El cofundador dijo que pitchearon a más de 40 fondos de capital de riesgo y al final eligieron a Caricaco Ventures, Cacao Capital, Innogen Capital Ventures, Invariantes Fund, Mercy Corps Ventures, Bridge Latam, por considerar que estaban más alineados con la visión de la fintech “y con quienes podemos escalar nuestra solución en toda la región”.

PUBLICIDAD

¿Cómo funciona Ábaco?

Actualmente, la plataforma de soluciones financieras se enfoca en brindar crédito como capital de trabajo para las pymes, con un proceso digital y su motor de riesgo y decisión crediticia que le permite aprobar líneas de crédito en tiempo real y desembolsarle al cliente en menos de 24 horas.

Lea más: ¿Fabricar startups en serie? El negocio de los ‘venture studio’ que puede aprovechar LatAm

El motor de inteligencia de última generación de Ábaco aprovecha el poder de la IA, el Big Data y la automatización inteligente para revolucionar la gestión de riesgos y la optimización de la cartera para la financiación de pymes. Los algoritmos de aprendizaje automático aprovechan los datos regionales de las pymes, la información en tiempo real y los patrones históricos para ofrecer una evaluación de riesgos holística y dinámica.

Ábaco Capital

Esto significa que Ábaco no depende de analistas y procesos manuales para hacer cada evaluación crediticia, sino que su proceso de análisis crediticio automatizado permite un desembolso el mismo día, versus el estándar de la industria que puede durar hasta dos semanas.

McCormack dijo que si bien, la pequeña y mediana empresa es la columna vertebral económica de esta región, “está altamente desatendida”, al carecer de acceso a servicios recurrentes financieros.

“A la banca y las financieras tradicionales no les gusta tomarse el tiempo de entender la pyme, de evaluarla correctamente y así por ende otorgarle financiamiento”, refirió. “Prefieren irse por lo fácil, que es irse por los corporaciones grandes que tienen todo súper en orden, súper arreglado y donde ellos saben que hay bastante patrimonio contra el cual están prestando en caso tienen que recuperarlo de alguna forma”.

En tanto, la pyme generalmente no tiene tanto patrimonio. “Quizás el activo más importante que tiene una pyme son sus cuentas por cobrar. Y por ahí inició Ábaco al financiar esas cuentas por cobrar con sus clientes claves, lo que puede ascender a decenas de miles de dólares que ellos están esperando bastante tiempo para cobrarlas”.

En el corto plazo, los cofundadores esperan afiliar a más de 5.000 pymes a la plataforma de Ábaco, alcanzar una cartera de US$10 millones, expandirse a nivel regional, inicialmente en Guatemala, y diseñar nuevos productos financieros para seguir democratizando aún más el acceso a crédito.