Triunfo de Trump podría resultar un negocio ganador para Bukele

Tal y como lo ven los inversores en bonos, la elección del republicano beneficiaría a un El Salvador que apuesta por el bitcoin

Nayib Bukele
Por Maria Elena Vizcaíno - Vinicius Andrade y Zijia Song
16 de julio, 2024 | 01:56 PM

Bloomberg — Para algunos es una combinación preocupante: Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca y un impetuoso presidente centroamericano que se autoproclama el dictador más ‘cool’ del mundo.

Pero tal y como lo ven los inversores en bonos, una elección de Trump podría resultar una operación ganadora para el salvadoreño Nayib Bukele. La idea, dicen, es que Trump podría ayudar a desbloquear miles de millones de dólares en fondos para El Salvador de instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional que, hasta ahora, han sido reacios a prestar a un país que utiliza el bitcoin (XBT) como moneda oficial.

“El Salvador es una operación clara” bajo ese escenario, afirmó Chris Preece, gestor de carteras de Pictet Asset Management. “Si Trump entra, el impedimento que ha sido el bitcoin para la relación de El Salvador con el FMI se convierte en un problema menor”.

PUBLICIDAD

Lea más: El bitcoin repunta y el optimismo por Trump, tras el tiroteo, impulsa las criptomonedas

Los bonos en dólares de la nación centroamericana han tenido un rendimiento superior, ofreciendo a los inversionistas una rentabilidad del 2,5% desde el 27 de junio, cuando la desastrosa actuación del presidente Joe Biden en el debate hizo que los gestores de dinero se precipitaran a ajustarse a las mayores probabilidades de una victoria de Trump. Además de la operación de El Salvador, los inversionistas de mercados emergentes esperan en general que el dólar se dispare a medida que las monedas asiáticas y el peso mexicano reciban un duro golpe por la retórica de Trump sobre inmigración y comercio.

El presidente centroamericano, de 42 años, que fue reelegido este año con casi el 85% de los votos, ha tenido una relación difícil con Estados Unidos desde que Biden se negó a recibirlo en la Casa Blanca en 2021 debido a las crecientes críticas a Bukele entre los demócratas.

PUBLICIDAD

Bukele ha defendido repetidamente a Trump en X, incluso criticando la acusación del expresidente en 2023 y sugiriendo que sería hipócrita que EE.UU. promoviera la democracia con su política exterior. Tras el intento de asesinato contra Trump, Bukele publicó en X: “Democracy?” Su oficina luego se unió a otros Gobiernos que condenaron el ataque.

También se ha vinculado a la campaña de reelección de Trump invitando a varias figuras políticas conservadoras de alto perfil a su toma de posesión, incluido el hijo de Trump, y hablando en una reunión conservadora en las afueras de Washington a principios de este año.

Desde hace meses, los inversionistas dan por hecho que Bukele está estancando, a la espera del regreso de Trump a Washington. Aunque los planes fiscales del republicano han asustado a algunos inversionistas, una cara más amigable en la Casa Blanca podría inclinar la balanza para El Salvador y desbloquear un acuerdo con el FMI después de tres años de conversaciones. EE.UU. es el mayor accionista del Fondo Monetario Internacional y debe votar a favor de los préstamos antes de que se desembolse el dinero.

“Simpatizo mucho más con el punto de vista de El Salvador que con el de cualquiera de las otras opciones porque realmente hay un camino para conseguir” un acuerdo con el FMI, dijo Arif Joshi, gestor de fondos de Lazard Asset Management. “El verdadero obstáculo para lograr que ese programa llegue a la meta es realmente el problema del bitcoin”.

Los funcionarios del Fondo han advertido una y otra vez sobre los riesgos de tener al bitcoin como moneda de curso legal, pidiendo al país que lo abandone si quiere dólares del FMI. Bukele, por su parte, se ha negado a desechar su experimento con la criptomoneda.

El FMI dijo en un correo electrónico que las conversaciones en curso con funcionarios de El Salvador tienen como objetivo alcanzar un nuevo acuerdo que fortalezca las finanzas públicas, mejore los colchones de reserva e impulse la productividad.

“Abordar los riesgos derivados del proyecto Bitcoin es un elemento clave de nuestras conversaciones”, escribió un representante del Fondo.

Si bien la misión del FMI es fomentar el crecimiento mundial y la cooperación financiera entre los países, a menudo se pliega a los intereses políticos de EE.UU. Tomemos como ejemplo el rescate récord de US$57.000 millones del Fondo a Argentina en 2018, bajo el Gobierno del presidente promercado Mauricio Macri.

PUBLICIDAD

“EE.UU. tiene mucha influencia en términos del FMI”, indicó Anthony Kettle, gestor de cartera sénior de RBC Bluebay. “Veo que ahora la gente quiere aferrarse a algún tipo de historia de reforma positiva y, en general, cuando se involucra al FMI, es una señal bastante positiva”.

La campaña de Trump no respondió a solicitudes de comentarios. Representantes del Gobierno de Bukele y del Ministerio de Hacienda declinaron hacer comentarios.

El Salvador tiene una carga de deuda de alrededor del 70% del PIB, incluido lo que se debe a los fondos de pensiones, y sus finanzas públicas siguen siendo frágiles, lo que refleja vulnerabilidades estructurales a largo plazo, según S&P Global Ratings. Un acuerdo con el FMI desbloquearía más financiación vinculada a las reformas económicas, dando a los inversionistas confianza en que la deuda del país es manejable en el mediano plazo.

Según Fitch Ratings, el déficit fiscal se reducirá del 4,7% del PIB en 2023 al 3,9% este año, gracias al aumento del gasto en salarios e inversiones de capital. Moody’s Ratings dijo en mayo que el país carece de una estrategia para hacer frente a los altos costos de financiación e identificar financiamiento para cumplir con las obligaciones de deuda a medio plazo.

PUBLICIDAD

“Han mostrado una gran disposición a pagar, pero donde no han logrado impresionar es en su voluntad de ir y conseguir un acuerdo con el FMI”, dijo Kettle. “Esa es la siguiente pieza que la gente quiere ver”.

--Con la colaboración de Eric Martin y Stephanie Lai.

Lea más en Bloomberg.com