Voto nulo: ¿a quién favorece en la segunda vuelta presidencial de Ecuador 2023?

Poco más de 13 millones de personas están habilitadas para participar de la segunda vuelta en Ecuador, contando a los ciudadanos que viven en el extranjero

Por

Bloomberg Línea — De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE), y basado en el Sistema Electoral, los votos en el país se dividen en tres categorías: válidos, blancos y nulos. Son solo los primeros los que serán asignados a uno de los dos candidatos presidenciales el próximo domingo.

Para la segunda vuelta presidencial del 15 de octubre, tal y como manda el Código de la Democracia, para que un candidato gane las elecciones se requiere que la mayoría de los votos contados a su favor sean válidos.

Tras los resultados de las elecciones anticipadas del 20 de agosto, fueron Luisa González, de Revolución Ciudadana, y Daniel Noboa, de Alianza ADN, los que obtuvieron las votaciones más altas entre los ocho candidatos postulados, y ahora se disputan el cargo político más alto del país, para terminar el periodo original de Guillermo Lasso, quien aplicó la ‘muerte cruzada’ este año.

¿Qué es el voto nulo y cómo se consolida?

Un voto nulo se realiza cuando el votante, de manera intencional o no, marca las casillas de diferentes candidatos, escribe sobre la tarjeta electoral o tacha la papeleta por completo.

Un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), señaló que en promedio, en las elecciones presidenciales de Ecuador desde 2002 a 2017 el voto nulo y blanco rondó el 12%. En 2021, en segunda vuelta, este valor subió a 18%, fruto del llamado del movimiento indígena al voto nulo.

Las autoridades señalan que los votos nulos no se asignan a ningún candidato ni opción electoral, así como tampoco se cuentan para declarar ganadores.

En Ecuador, son 13,4 millones de personas las habilitadas para ejercer el voto. La única manera de que un voto nulo ‘gane’ en una elección como la del domingo, es que la cantidad de nulos supere al total de votos válidos, es decir, no basta con superar los que obtenga un candidato ganador.

Por ejemplo, si todas las personas habilitadas para votar ejercieran su derecho el 15 de octubre, serían necesarios más de 6,7 millones de votos, es decir, el 50% de los votos más uno, para que el proceso electoral se declare nulo por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los votos en blanco, al igual que los votos nulos, tampoco se asignan a ningún candidato o movimiento, y para que se considere como en blanco, la papeleta no se marca y debe ser depositada en la urna.