Bloomberg Línea — El presidente ecutoriano, Daniel Noboa, respondió este viernes a sus críticos en un evento público: “La poca creatividad del ‘viejo Ecuador’ es que resulta que ahora soy loco. Soy loco por querer servir a mi país, soy loco por impedir que continúe la corrupción en Ecuador. Soy loco porque quiero darle oportunidad a nuestros jóvenes que están desempleados y que están sin oportunidad de estudiar”.
Su declaración se dio en la provincia de Santa Elena, en la Costa ecuatoriana, durante un evento que dio inicio a la construcción de un centro de privación de libertad de máxima seguridad, una de las ofertas de campaña que le llevó a Noboa a ganar las elecciones en 2023.
Las palabras de Noboa responden a lo que el viceministro de Gobierno de Ecuador, Esteban Torres, adelantó ayer respecto a que se estaría tejiendo un plan para inhabilitar políticamente al Presidente de la República bajo la intención de inventarse que el mandatario tiene una incapacidad mental. Esta hipótesis también la ha manejado la asambleísta del partido gobiernista Valentina Centeno durante las últimas horas.
En su discurso de este viernes, Noboa reiteró su compromiso por combatir el crimen organizado y la corrupción. Se refirió a la depuración realizada en algunas empresas públicas en donde se han detectado casos de corrupción históricos como Petroecuador, Cenel, Celec, la Subsecretaría de Pesca, entre otros. “Ese ‘viejo Ecuador’ va a perder en las próximas elecciones”, apuntó.
“La cárcel del Encuentro”
Al finalizar su discurso, Noboa accionó una sirena como símbolo del arranque de la construcción del nuevo centro de privación de libertad que se denomirá “La cárcel del Encuentro”. Uno de los dos centros que el actual presidente ha prometido desde su candidatura.
La edificación en Santa Elena costará alrededor de US$52 millones y contará con módulos de máxima seguridad para el alojamiento de cerca de 800 personas privadas de la libertad de alto perfil de peligrosidad o que presentan un alto riesgo de fuga.
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Para Noboa, el nuevo centro de privación de libertad será un símbolo del inicio de una nueva era para la paz del Ecuador. “Encontraremos el fin de la impunidad, donde los delincuentes ahora sí, cumplirán las penas de la forma que se merecen. Esta cárcel va a hacer que cualquiera que busque delinquir se lo piense dos veces”, dijo enérgicamente.
Según información oficial, la cárcel contará con una infraestructura exterior e interior con seis torres de vigilancia (9,5 metros de altura cada una); una muralla de nueve metros; seis metros de concreto y tres metros de malla inescalable; módulos de máxima seguridad, área de estacionamientos, cocina, lavandería, armería entre otros. El plazo previsto para la construcción es de 300 días.
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La infraestructura se edificará bajo los estándares internacionales utilizados en otras cárceles similares como el Centro Federal de Readaptación Social N° 13 de Oaxaca (México) o los módulos de prisión de la conocida ADX Florence o Florence Supermax, de Estados Unidos.
El proceso de contratación para la cárcel de Santa Elena inició el pasado 7 de junio y la adjudicación del contrato estaba prevista para el 20 de junio, pero oficialmente no se ha informado sobre el avance de este proceso. La segunda cárcel prometida por Noboa se construiría en la provincia de Pastaza, en la Amazonía ecuatoriana, sin embargo no se ha anunciado una fecha de inicio para este proyecto.
