Durante la campaña electoral que lo llevó a ocupar a la Presidencia del país, Guillermo Lasso prometía que, al finalizar su gestión, el Salario Básico Unificado llegaría a los US$500, lo que implicaba un incremento de US$25 en cada uno de los cuatro años de su gestión. Sin embargo, su Gobierno fue interrumpido por la crisis política que derivó en la aplicación de la muerte cruzada y su iniciativa quedará a mitad de camino.
Actualmente, el sueldo básico del Ecuador está fijado en US$450 (Lasso lo incrementó US$25 en 2021 y otros US$25 en 2022) y el Presidente buscaba llevarlo a US$475 antes de cederle el poder a Daniel Noboa Azín, pero todo parece indicar que no alcanzarán los tiempos.
El viernes 10 de noviembre, el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, explicó al diario El Universo que si hay acuerdo entre las partes, trabajadores y empresarios, el Gobierno lo puede anunciar. El problema para Lasso radica en que si no hay acuerdo, por los plazos -y tomando en cuenta la fecha de cambio de mando el 23 de noviembre-, “será improbable que este Gobierno lo fije”, según reconoció el funcionario.
Las partes involucradas mantuvieron un encuentro en la tarde del jueves 9 de noviembre para empezar a analizar el monto que regirá en el 2024. Desde las centrales sindicales se plantea que el alza sea de US$100 para llegar a un básico de US$550, de forma tal de equiparar el sueldo básico con la canasta vital, mientras que los gremios empresariales esperan que sea el Consejo el que fije el sueldo básico de manera técnica.
El problema de los tiempos radica en que se esperaba que Noboa asumiera el 30 de noviembre, pero finalmente su asunción será el día 23, es decir, una semana antes.
“He dispuesto al equipo de transición buscar eficiencia y responsabilidad. Que se trabaje con el gobierno saliente y se gaste menos del 50% de la cantidad presupuestada para el cambio de mando”, proclamó hoy Noboa Azin desde su cuenta de X.
