Bloomberg Línea — La crisis penitenciaria y de seguridad que atraviesa Ecuador desde hace más de una semana ha desencadenado la actuación de las entidades de defensa de otros países andinos, ante las diferentes alertas y riesgos que siguen latentes.
Es el caso de Perú, que anunció el miércoles 17 de enero estar coordinando con distintos actores la “extradición” de presos de nacionalidad peruana desde Ecuador hacia las cárceles de su país. Esto, después de que el presidente Daniel Noboa señalara que va a deportar a por lo menos 1.500 delincuentes de nacionalidad extranjera, entre ellos peruanos.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Perú, Eduardo Arana, confirmó el miércoles que ya está adelantando las gestiones con la Policía Nacional del Perú y la Cancillería. “Este tipo de acciones deben efectuarse bajo procedimiento de extradición, no es sencillo. Hemos brindando todo el apoyo legal y a nivel de la PNP a Ecuador”, añadió.
Hace una semana, el mandatario ecuatoriano dijo que ya estaba en contacto también con Colombia para este mismo fin, aunque no lo haría bajo la figura de extradición, sino a través de tratados internacionales.
Las advertencias de los países vecinos
Tras las declaraciones de Noboa, su par en Perú, Dina Boluarte, dijo que este tipo de trámites tiene un debido “proceso” y que la deportación se hará bajo lo que dicta la ley. “Si es que se diera el caso, obviamente van a ir presos, no pondría en grave situación la seguridad en el país”, precisó.
Así mismo, el ministro de Justicia de Colombia, Néstor Osuna, pidió a Ecuador revisar la figura bajo la cual haría la expulsión de los presos pertenecientes a su país, pues si no se hace de manera correcta, algunos podrían quedar en libertad.
“Si los expulsan, en primer lugar, los están expulsando es de la cárcel; es decir, los están dejando en libertad”, dijo Osuna. Así mismo señaló que si llegan a la frontera expulsados por Ecuador, como lo manifestó Noboa, y tienen alguna deuda pendiente con la justicia colombiana, “pues tendrán que ser capturados y si no la tienen, pues seguirán su vida en libertad en Colombia”.
Osuna dijo que los procesos de expulsión son diferentes a los de repatriación de presos, cuyos trámites legales requieren una examinación de cada caso, y proceso que debe ser solicitado por la persona privada de la libertad.
En medio de este panorama, Noboa ha aprovechado las últimas jornadas para reflejar la situación de seguridad en su país a la comunidad internacional, pidiendo cooperación y vinculación de más países.
“Necesitamos cooperación internacional. Se aceptaría desde EE.UU. Necesitamos equipo, armas, inteligencia. Creo que este es un problema global que va más allá de nuestras fronteras. Alrededor del 35% al 40% de la droga que sale de Ecuador va a EE.UU., y otro porcentaje similar a Europa, y eso debe ser tratado como problema internacional”, dijo el presidente.
Pronunciamientos similares ha hecho su homólogo en Colombia, Gustavo Petro, desde que llegó al poder. En diferentes discursos ha señalado que EE.UU. perdió su batalla contra las drogas y que este país, al estar entre los principales consumidores de drogas, debería vincularse más en la lucha contra el crimen organizado que lideran países como Colombia y Ecuador.
