Bloomberg Línea — La Comisión para la Reforma Legal del Sistema de Pensiones Ecuatoriano presentó este miércoles sus conclusiones y recomendaciones. Una de ellas, y quizá la principal, es aumentar gradualmente y en una década los años de aportes de 30 a 35 (seis meses por año), aunque se mantendría la edad mínima para jubilarse en 60 años.
Para el coordinador de la comisión, Augusto de la Torre, la reforma es urgente, pues “estamos yendo en una trayectoria explosiva”, ya que hace diez años había nueve aportantes por cada jubilado, pero hoy “cada dólar que el fisco le da al sistema tiene que usarse para pagar pensiones” porque existen cinco aportantes por cada jubilado, mientras que para 2080 habrá un aportante por cada jubilado.
Además, según datos de la comisión, el subsidio que el Estado actualmente envía al sistema de pensiones es el segundo más grande después del de combustibles “y en pocos años va a ser incluso más grande”.
Para De la Torre, la reforma es ineludible, pues el sistema actual tiene problemas de “viabilidad, inequidad, erosión de credibilidad, baja cobertura y disfuncionalidad institucional” y aunque el fisco salde la deuda que mantiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que ronda los US$2.800 solo en pensiones, el sistema es insostenible.
”El fisco no va a poder pagar, eso les garantizo, pero incluso si pagara no alcanza a cubrir los pagos en pensiones a futuro. Esto no va a pasar mañana, pero en pocos años vamos a sentir que no hay dólares”, apuntó el también execonomista jefe del Banco Mundial para la región.
Los tres pilares que contempla la propuesta:
- Aporte obligatorio al sistema público que dará una pensión vitalicia a los aportantes.
- Programas y planes de ahorro eficientes para planificar la vejez, que se organicen en torno al fondo de cesantía que ya existe en el sistema.
- Pensión asistencial anti pobreza para personas pobres e informales, que se financie con impuestos.
Asimismo, la Comisión propone que en seis meses se logre un acuerdo de pagos entre el Ministerio de Finanzas y el IESS y que el fisco siga contribuyendo al fondo, siempre y cuando ese monto no exceda 3% del PIB.
Otros puntos clave son:
- No modificar la tasa de aporte, que actualmente es del 11%, pero que se aplique a los 14 sueldos que recibe el trabajador y no a los 12 como sucede actualmente.
- Lograr esta transición en 10 años.
- Que dentro de 25 años se calcule la pensión sobre la base de los mejores 30 años y no sobre los cinco, como ocurre actualmente.
- Volver obligatoria la afiliación a los trabajadores independientes formales.