Bloomberg Línea — El Metro de Quito es la obra de infraestructura más grande en la historia de la capital y costó US$2.107 millones, lo que representa una inversión de US$95,7 millones por cada uno de los 22 kilómetros de extensión, según la Alcaldía Metropolitana de Quito.
El metro de la capital ecuatoriana es en el undécimo de América Latina. El común denominador de todos ellos es que se han convertido en la solución para mejorar las condiciones en las que se encuentra el transporte público, a la vez que han logrado reducir los tiempos de desplazamiento y aliviar la circulación vehicular. En Lima, la capital peruana, por ejemplo, el metro moviliza a cerca de 360.000 personas “de forma rápida, eficiente y segura”, señala el CAF.
Para su construcción, el Metro de Quito contó con un financiamiento ECA (Export Credit Agency), siendo el único proyecto en Ecuador en obtener este tipo de financiamiento. Este préstamo se destaca por las condiciones crediticias de un 0,75% de interés a 25 años y 15 años de gracia.
El costo de la Línea 1 del Metro de Quito se estimó inicialmente en US$1.499,9 millones, que serían financiados en partes iguales entre el Gobierno central y el Municipio de Quito.
El aporte del Gobierno preveía la consecución de préstamos de las entidades multilaterales Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y otros fondos provenientes de fuentes presupuestarias.
El Municipio aportaría su parte con un crédito del Banco Mundial, un préstamo del Banco del Estado, crédito de proveedores de los trenes, titularización de los recursos que le corresponden en la operación del nuevo Aeropuerto de Quito y otra cantidad de fondos presupuestarios.
Sin embargo, debido al resultado de las licitaciones para la construcción y fiscalización de la Fase 2 y el recálculo del monto de reajustes de precios, el presupuesto subió respecto al inicial.
Esta diferencia fue asumida por el Municipio de Quito con un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, un préstamo del BEI y del presupuesto municipal.
De esta forma, el Gobierno nacional participó con el 37% del costo total del proyecto y el Municipio con el 63%, según informó la Alcaldía Metropolitana.