La tragedia en Ecuador provoca una tímida recuperación de US$15.000 millones en bonos

Tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, los bonos globales de Ecuador cerraron su mejor semana en un mes

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Bloomberg — Ecuador, aún de luto por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, se encuentra a una semana de unas elecciones que los inversores apuestan que darán una dosis de estabilidad a la nación andina.

Tras la tragedia, los bonos globales de Ecuador cerraron su mejor semana en un mes, ofreciendo pruebas de que algunos en Wall Street esperan que el próximo líder de la nación haga frente a un aumento de la delincuencia y estabilice la economía.

“Después de las elecciones, seguirán políticas que serán más constructivas que lo que el mercado ha descontado actualmente en los bonos”, dijo Shamaila Khan, jefe de mercados emergentes y Asia Pacífico de UBS Asset Management Americas Inc. “Ese telón de fondo político, independientemente de quién resulte elegido, será más ortodoxo de lo que espera el mercado”.

El país debe 15.500 millones de dólares en bonos soberanos, según el Ministerio de Finanzas. Sus notas con vencimiento en 2035 subieron hasta 3 centavos en la última semana, aunque la deuda se mantiene en un profundo apuro a unos 37 centavos de dólar, según datos de precios indicativos compilados por Bloomberg.

La subida se produjo cuando los inversores consideraron que la muerte de Villavicencio, un cruzado contra la corrupción, equivalía a una menor probabilidad de retorno del Correismo, una filosofía política izquierdista y contraria a los inversores popularizada por el ex presidente Rafael Correa. En cambio, las probabilidades se han inclinado a favor de aspirantes más conservadores, como Otto Sonnenholzner o Jan Topic, frente a la candidata correísta Luisa González.

Katrina Butt, economista senior de AllianceBernstein, afirma: “Los bonos están valorando bastante los riesgos de cara a las elecciones. “Pero, la incertidumbre sigue siendo alta”.

El país lleva meses sumido en la incertidumbre política después de que los opositores organizaran una campaña de destitución contra el Presidente Guillermo Lasso, lo que le llevó a cerrar el Congreso y convocar una votación anticipada. La última ola de violencia política ha añadido una sensación de desesperación aún mayor.

La atención de los inversores se centra ya en una probable segunda vuelta electoral, que tendría lugar el 15 de octubre siempre que ninguno de los candidatos obtenga la mayoría absoluta en la votación de agosto, o al menos el 40% de los votos válidos con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.

El nombre de Villavicencio permanecerá en la papeleta de agosto, que había sido impresa antes de su asesinato. La ley ecuatoriana prohíbe que su compañero de fórmula ocupe su lugar en la campaña, y el partido Movimiento Construye no ha nombrado un sustituto.

Los inversores lo han interpretado como un posible factor positivo para los bonos, ya que puede canalizar los votos hacia los candidatos de centro-derecha Sonnenholzner o Topic, a quienes se considera más proclives a cumplir las obligaciones de la deuda del país y a trabajar para recuperar el acceso a los mercados internacionales de capital.

“Las posibilidades de los candidatos conservadores parecen haber aumentado, y la segunda vuelta podría ser más reñida de lo previsto”, afirma William Snead, estratega del BBVA. “Incluso con el reciente repunte, creo que los bonos de Ecuador siguen pareciendo atractivos y tienen más potencial alcista”.

Profundo riesgo

Un riesgo para los tenedores de deuda podría surgir si se produce una segunda vuelta entre el socialista González y Yaku Pérez, un ecologista y líder de los derechos indígenas que es hostil al petróleo y la minería y quedó cuarto en las encuestas más recientes.

“A fin de cuentas, González tiene las de perder”, afirma Patrick Esteruelas, de EMSO Asset Management. “Esa ha sido la principal preocupación del mercado”.

Lo que está claro, en cualquier caso, es el profundo riesgo inherente a la deuda de Ecuador. Los inversores piden 19 puntos porcentuales más de rentabilidad por mantener la deuda ecuatoriana en dólares, de media, frente a bonos similares del Tesoro estadounidense, según datos de JPMorgan Chase & Co.

Los swaps de incumplimiento crediticio, por su parte, implican una probabilidad del 92% de que el país incumpla en los próximos cinco años. Se trata de probabilidades preocupantes, dado que Ecuador reestructuró sus bonos en 2020 y no tiene que hacer frente a pagos importantes hasta 2026.

“Ecuador necesita restablecer el acceso al mercado antes de que comiencen estas amortizaciones de 2026″, dijo Carlos de Sousa, gestor de dinero de mercados emergentes de Vontobel Asset Management AG en Zurich, “o de lo contrario tendría que reestructurar sus deudas una vez más.”

--Con la colaboración de Stephan Kueffner.