Desde hace varios meses, la ruptura entre el Presidente Daniel Noboa Azín y su vicepresidenta, Verónica Abad, es absoluta y parece no tener vuelta atrás. Sin embargo, en las últimas horas, el conflicto institucional escaló a un nuevo nivel, dado que Abad acusó a su “exaliado de violencia política de género” y el propio Presidente salió al cruce y la responsabilizó de un intento de golpe de Estado.
“Hemos sido testigos de cómo el viejo Ecuador, ese de los Muentes, los Glas y del reparto de hospitales, no se rinde”, expresó Noboa en su cuenta en la red social X. Y justificó su postura en cuatro ítems:
- “Pretención de destitución del cargo y suspensión de derechos de participación”.
- “Oswaldo Trujillo, abogado patrocinador de Verónica Abad, defensor de las mafias”.
- “Respaldo al intento de Golpe de Estado”.
- “Votación de los partidos que no permitieron que se levante el fuero a la vicepresidenta”.
La postura de la ministra del Interior
“Ha llegado a nuestro conocimiento un intento desestabilizador del Gobierno del Ecuador”, aseguró en un mensaje grabado la ministra del Interior, Mónica Palencia. Y ahondó: “La vicepresidente de la República, señora María Verónica Abad, ha presentado al Tribunal Contencioso Electoral con el fin de destituir al Presidente por vía de sanción y obtener, además, su inhabilitación por 4 años. Esto es, pretende hacerse con el poder de Gobierno, ser la Presidente del Ecuador, y, además, inhabilitarlo, para poder ser candidato a la Presidencia de la República. No lo vamos a permitir”.
En relación a esto último, Palencia continuó: “Ella está sosteniendo que ha habido una violación a sus derechos de participación, con violencia de género, porque se le ha encargado como única función ser embajadora en el Estado de Israel. Eso aconteció, ese encargo, en noviembre del año pasado. Después de nueve meses, ella aduce ser víctima de violencia de género”.
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Palencia sostiene que el Gobierno sabe “bien” lo que ha pasado con “los estados que han permitido que crezca la desestabilización”. Y, en ese contexto, aseguró: “El Ecuador está unido y firme, en torno a la institucionalidad democrática”.
Y advirtió: “Estaremos vigilantes, Policía Nacional, Ministerio del Interior y Bloque de Seguridad en conjunto, para que no se rompa el orden establecido, no se rompa la Constitución, no se rompa la Ley”.
Por último, la ministra concluyó que “lo que hace grande a una Nación no es su territorio” sino “la fuerza de sus habitantes en sostener, mantener, luchar y dar la vida por los valores democráticos”. Y sentenció: “En eso, está nuestro compromiso”.
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La denuncia de Abad
Abad cuestionó que poco después de asumir su cargo, fue enviada como embajadora en Israel y menciona en su denuncia que la Cancillería le haya negado cinco días de permiso para tratar asuntos familiares y de salud. También enfatizó que el Ejecutivo ha dejado entrever que no quiere que asuma las funciones presidenciales, cuando Noboa deba pedir licencia para hacer campaña por la reelección, encargo que ella defiende por derecho constitucional.
Según ella, con el envío a Israel, el Presidente Noboa pretendía desterrarla, para que no ejerza el cargo en Ecuador. También acusó al Gobierno de iniciar una campaña de desprestigio en contra suyo.
Abad no solo denunció a Noboa, sino también a otros altos funcionarios: la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld; al viceministro de Gobierno, Esteban Torres; y a la asesora presidencial Diana Jácome.
