Bloomberg Línea — La calificadora Fitch Ratings confirmó en las últimas horas la revisión de la perspectiva de Ecuador de estable a negativa (B-), ante la reciente disolución de la Asamblea Nacional por parte del presidente Guillermo Lasso, que podría afectar las perspectivas de inversión y crecimiento.
“Los continuos desafíos a la gobernabilidad y el debilitamiento de la estabilidad política seguirán obstaculizando las posibilidades de que el soberano recupere el acceso a los mercados y podrían debilitar su trayectoria macroeconómica y fiscal, en relación con sus pares con calificación ‘B’”, señaló la calificadora en un comunicado.
Una calificación ‘B-’, en palabras de Fitch Ratings, refleja una renta per cápita bastante elevada, una liquidez exterior reforzada y un perfil de servicio de la deuda favorable tras las recientes reestructuraciones de la deuda.
El incremento de la incertidumbre política golpeará al PIB
Al revisar la calificación crediticia a largo plazo de estable a negativa, Fitch señala que la aplicación de la ‘muerte cruzada’ para disolver la Asamblea Nacional aumenta la incertidumbre política del país en el corto y el mediano plazo, sobre todo porque los partidos políticos de izquierda “pueden estar bien posicionados para lograr avances electorales en las elecciones” anticipadas, que posiblemente se realicen en agosto de 2023.
Pero más allá de la revisión de la calificación, se señala que esta inestabilidad política tendrá efectos sobre el Producto Interno Bruto (PIB), razón por la que Fitch Ratings rebajó su previsión de crecimiento económico real para este año de 2,1% a 1,6%.
“Se espera que las perspectivas de inversión se vean afectadas por la actual incertidumbre política y que el consumo privado se debilite (frente a los niveles de 2022) en un contexto de fuerte pero moderado crecimiento del crédito y las remesas”, se detalló.
Además, se señala que habrá un aumento del déficit fiscal del país este año, a 2,2% del PIB (frente al 1,2% de 2022), por encima del objetivo presupuestario del gobierno.
Los ingresos de la nación caerán por cuenta de un menor crecimiento económico, menores ingresos por petróleo y el impacto negativo de los recortes fiscales aprobados por el gobierno.
La semana anterior, el presidente Guillermo Lasso expidió el decreto-ley de Reforma Tributario, con el cual rebajó la carga del impuesto de renta para un alto número de personas naturales. Este recorte de impuesto podría tener un costo de US$ 200 millones para el país, de acuerdo con Morgan Stanley.
Los retos para la financiación del Ecuador
En medio de este panorama, la calificadora de riesgo señala que el país puede necesitar una financiación de la administración central por US$ 9.800 millones este año, en línea con los niveles de 2022.
“En medio de la agitación política, el soberano no podrá obtener financiación en el mercado de bonos externos o a través de un programa sucesor del FMI y se las arreglará con el apoyo de acreedores oficiales no pertenecientes al FMI y cierta financiación interna”, opinó Fitch.