Guayaquil — La Fiscalía ecuatoriana confirmó este martes la identidad de los cuatro cuerpos incinerados que fueron encontrados en Taura al sur de Guayaquil
Antonio Arroyo, tío de dos de los niños desaparecidos, (Ismael y Josué) confirmó a la prensa ecuatoriana la noticia tras la formulación de cargos por parte de la Fiscalía.
Abraham Aguirre, abogado del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) confirmó que los exámenes antropológicos y de ADN realizados a los cuerpos confirmaron las identidades.
Las víctimas identificadas corresponden a los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, respectivamente, así como los de sus amigos, Nehemías Arboleda (de 15 años) y Steven Medina (de 11 años).
Los restos fueron encontrados en una zona de Taura, parroquia perteneciente al cantón Naranjal en Guayas, y donde se encuentra una base de la FAE, el 24 de diciembre pasado.
Hasta allá llegaron equipos de la Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y antropólogos para comprobar que los cuerpos hallados correspondían a los menores de edad.
Los familiares y el Gobierno difieren en las versiones sobre cómo se produjeron los hechos que terminaron con la muerte de los menores de edad.
De acuerdo con las familias, los cuatro jóvenes se dirigían a una tienda a comprar pan tras jugar fútbol en una cancha de la ciudadela Coviem.
Por su parte, la versión del Gobierno apunta a la aprehensión de los menores durante un supuesto robo a una ciudadana. De hecho, la versión oficial apunta a que fue la propia ciudadanía la que entregó a las autoridades a uno de los menores.
Los menores de edad habían desaparecido el pasado ocho de diciembre en Las Malvinas, en Guayaquil.
Este marte 31 de diciembre un juez aceptó la solicitud de la Fiscalía de enviar a prisión preventiva a los 16 militares que son señalados de haber retenido a los niños durante el procedimiento.
