Bloomberg — Tres de las principales comercializadoras de materias primas del mundo utilizaron compañías petroleras estatales de China, Tailandia, Omán y Uruguay como fachadas en sus acuerdos corruptos con Ecuador, según escuchó un jurado federal en Brooklyn, Nueva York.
Gunvor Group, Vitol Group y Trafigura Group utilizaron empresas petroleras estatales de otros países para urdir corruptamente acuerdos favorables para ellos, según testimonios realizados la semana pasada en el primer juicio de gran importancia de una comercializadora de materias primas en más de una década.
El caso, en el que se acusa a un antiguo operador de Vitol de sobornar a funcionarios de Gobierno para conseguir negocios, ha arrojado nueva luz sobre un período frenético de corrupción, cuando Ecuador cerró acuerdos petroleros por miles de millones de dólares en la década de 2010, durante el Gobierno del expresidente Rafael Correa. Culminando una investigación estadounidense que duró varios años, los detalles escuchados en el tribunal sobresalen incluso para los estándares de la industria del comercio de petróleo, que tiene reputación de pagar sobornos y realizar pagos ilegales.
Los testimonios han demostrado que los acuerdos que supuestamente eran entre dos entidades gubernamentales, incluidos algunos que implicaban préstamos multimillonarios, a menudo eran orquestados entre bastidores por los comerciantes e intermediarios que se beneficiaban de ellos, un proceso lubricado por millones de dólares en sobornos.
“La fachada”
Nilsen Arias, quien hasta mediados de 2017 fue gerente de comercio internacional de Petroecuador, declaró que recibió sobornos de numerosas empresas, entre ellas Vitol, Trafigura, Gunvor, Noble, Petredec y Sargeant Marine.
Dijo al tribunal que tratar directamente con otra empresa estatal le permitía mayor margen de maniobra que hacerlo con empresas privadas, lo que requería un proceso de licitación pública.
Arias describió haber oído que el operador de Vitol Javier Aguilar, el hombre procesado por participar en un plan de soborno y lavado de dinero en el extranjero, había encontrado una “empresa estatal de confianza que podría ser la fachada en las negociaciones”.
La empresa “actuaría en nombre de Vitol, conseguiría el acuerdo y luego se lo entregaría a Vitol”.
Esta empresa era Oman Trading International, propiedad del Gobierno de Omán, que firmaría un acuerdo para comprar fueloil de Ecuador en diciembre de 2016, incluido un anticipo de US$300 millones.
Las negociaciones entre Omán y Ecuador fueron gestionadas cuidadosamente por operadores e intermediarios, según escuchó el tribunal. Por ejemplo, Antonio Pere, un consultor que admitió haber gestionado pagos de sobornos para varias comercializadoras, relató cómo redactó una carta del director ejecutivo de Oman Trading International al gerente general de Petroecuador.
Pero los operadores se cuidaron de mantenerse fuera de la atención. El día de la firma del contrato en Dubái, en diciembre de 2016, Arias se topó con Aguilar en el lobby de su hotel y le dijo que se mantuviera alejado de la ceremonia de firma.
Aguilar y Vitol pagaron sobornos a Arias a través de Pere en relación con el acuerdo con Omán, según declararon ambos testigos.
Aguilar lo niega y afirma que fue incriminado por un superior en Vitol. Vitol admitió en 2020 haber pagado sobornos en Ecuador y otros dos países.
No hubo ninguna sugerencia en el testimonio ante el tribunal de que las empresas petroleras estatales que eran contrapartes en los acuerdos con Petroecuador conocieran o participaran en la presunta corrupción.
OQ Trading, como se conoce ahora a Oman Trading International, declaró que “ha actuado en todo momento de conformidad con la legislación aplicable (incluida la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de Estados Unidos) en relación con el contrato de Petroecuador y no tuvo conocimiento de ninguna actividad ilegal supuestamente realizada por terceros, ni participó en ella. OQT sigue comprometida a mantener los más altos estándares éticos en todos los aspectos de nuestro negocio”.
Trafigura y Gunvor
Arias y Pere declararon que otras grandes comercializadoras también utilizaron a petroleras estatales como fachada en sus negocios con Petroecuador. Dijeron que la primera en hacerlo fue Trafigura, que utilizó a la empresa estatal uruguaya de energía Ancap como fachada para negocios que comenzaron en 2010 en los que intercambió petróleo crudo por diésel y gasolina. Trafigura también pagó sobornos a Arias a través de Pere, según declararon los dos hombres.
“Esos sobornos fueron pagados por Trafigura a través de una empresa en Uruguay, y luego a una de mis empresas, y luego a las empresas de Nilsen Arias”, declaró Pere. Arias recibió aproximadamente US$200.000 en sobornos en relación con el acuerdo con Trafigura, afirmó.
Tanto Arias como Pere declararon que Gunvor utilizó como fachadas a Unipec, una unidad del gigante estatal chino Sinopec, y a la tailandesa PTT. Un antiguo operador de Gunvor, Raymond Kohut, se declaró culpable de pagar más de US$22 millones en sobornos a funcionarios del Gobierno ecuatoriano. Gunvor reveló que se enfrentaba a una investigación estadounidense sobre sobornos en Ecuador y que realizó una provisión de US$650 millones.
Un portavoz de Gunvor declinó hacer comentarios, mientras que un representante de Trafigura dijo: “Trafigura no es parte en el caso y no hará comentarios sobre los procedimientos legales en curso relacionados con otras partes”.
Los portavoces de Ancap, Sinopec, PTT, Noble y Petredec declinaron hacer comentarios o no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los acuerdos petroleros de Petroecuador con empresas estatales extranjeras han sido controvertidos en Ecuador durante mucho tiempo.
Fernando Villavicencio, un periodista que se convirtió en legislador, estimó tras una investigación en 2022 que Petroecuador había perdido US$4.800 millones por vender su petróleo a precios inferiores a los del mercado en virtud de contratos con petroleras estatales de China y Tailandia. Petroecuador recibió más de US$10.000 millones en préstamos a cambio de petróleo, según declaró en marzo de 2022. Villavicencio fue asesinado el año pasado.
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