QUITO — En Ecuador cerca de 2,7 millones de personas tienen tarjeta de crédito. De ellas, el 55% son hombres y el 45% mujeres. ¿Pero cuál es el perfil de las tarjetahabientes en el país? Los datos muestran que la mayoría de mujeres con tarjeta de crédito son solteras y se dedican a actividades de tipo comercial y servicios profesionales. Sin embargo, la brecha para acceder a este instrumento financiero aún es alta.
Esas son algunas de las conclusiones que se desprenden de un análisis del buró de crédito Equifax que detalla la caracterización de las tarjetahabientes de la siguiente manera:
Según la investigación, por rango de edad, 54 de cada 100 mujeres con tarjeta de crédito se concentran en edades entre 26 y 45 años. De ellas, 27 de cada 100 están en edades de entre 36 a 45 años y 26 de cada 100 van de los 26 a los 35 años.
En tanto que 36 de cada 100 mujeres tarjetahabientes se ubican en el rango de edad mayor a 46 años. El porcentaje restante se divide entre las mujeres en edades desde los 18 a los 25 años.
La mayoría son solteras
Con relación al estado civil, la mayoría de mujeres con tarjetas de crédito son solteras (47%) frente a las casadas que representan 35%. Lo restante se reparte entre usuarias de este medio de pago con otros estados civiles (unión libre, viudas o divorciadas).
Otro dato de interés tiene relación con la actividad económica que desempeñan las mujeres que manejan tarjetas de crédito. Según este análisis, 55 de cada 100 usuarias de este método de pago realizan actividades de tipo comercial y servicios profesionales. En tanto, 20% de tarjetahabientes mujeres se dedican a actividades de servicio como: inmobiliaria, alimentación, enseñanza y salud y, por el otro lado, actividades productivas como manufactura y agricultura.
En la Amazonía hay más brecha
Para el análisis también se consideró a las regiones del país. A escala nacional, una mujer que maneja tarjetas de crédito tiene un cupo promedio actual de cerca de US$ 5.000. En la región Sierra, debido a una mayor formalidad de la economía, este cupo asciende a más de US$ 5.300, en la Costa se ubica cerca de US$ 4.500; mientras que en la Amazonía presenta un cupo promedio de más de US$ 4.300.
Otro dato relevante es que la mayor brecha de género en el acceso a las tarjetas de crédito se encuentra en la región Amazónica e Insular. En Napo, Sucumbíos, Orellana, Pastaza, Morona Santiago, Zamora Chinchipe y Galápagos, por cada 100 tarjetas de crédito que se otorgan a mujeres, 372 se conceden a la población masculina, es decir, la brecha es de 3,72 puntos.
En tanto, la Costa es la región que menor brecha presenta, con 1,19 puntos (por cada 100 tarjetas de mujeres existen 119 para hombres). Y en la Sierra, si bien es la región que mayor cantidad de mujeres tarjetahabientes posee, la brecha se ubica en 1,22; es decir, por cada 100 tarjetas que se otorgan a mujeres, se otorgan 122 a los hombres.
Sobre las características demográficas, en las tres regiones se repite una concentración mayor de tarjetas de crédito entre la población masculina, pero al analizar exclusivamente a la población femenina, para el caso de la Costa se observa una mayor cantidad de tarjetas de crédito usadas por mujeres en una edad promedio de entre 26 a 35 años y en su mayoría solteras.
En tanto, en la Sierra existe una concentración de tarjetas de crédito entre mujeres casadas y solteras casi igual; sin embargo, al hacer un zoom por el estado civil, con relación a la edad se observa que, entre las usuarias de tarjetas de crédito mayores a 46 años predominan las mujeres casadas; mientras que en el segmento de 26 a 35 años las solteras son mayoría. En la Amazonía, el perfil de la tarjetahabiente es el de una mujer soltera entre los 26 a 35 años.
Para David Castellanos, ejecutivo de Equifax Ecuador, conocer el perfil de la tarjetahabiente ecuatoriana puede tener varios usos, entre ellos, “determinar las características de la población para impulsar una mayor inclusión y, por lo tanto, una reducción en las brechas de género en relación a los productos financieros”.