Bloomberg Línea — Al finalizar la agenda presidencial en la Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, en Bruselas, Bélgica, los presidentes de Ecuador y Argentina, Guillermo Lasso y Alberto Fernández, anunciaron de manera oficial la normalización de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
De acuerdo con el mandatario ecuatoriano, los países “continuarán estrechando sus lazos de cooperación, especialmente en comercio”, y tomaron la decisión de designar nuevos embajadores en ambos países, luego de que los representantes diplomáticos anteriores fueran expulsados en medio de la polémica y el escape de la exministra correísta María de los Ángeles Duarte de la embajada argentina en Quito, en marzo pasado.
“Debemos modernizar los acuerdos vigentes para ampliar y diversificar nuestras exportaciones, especialmente en el sector automotor. En este sentido, es muy importante haber normalizado las relaciones diplomáticas con la designación de nuevos embajadores en Quito y en Buenos Aires”, dijo el presidente Fernández.
La decisión preliminar se había conocido el 12 de julio, cuando el canciller ecuatoriano Gustavo Manrique dijo a medios internacionales que había restablecido relaciones internacionales con su homólogo argentino, Santiago Cafiero.
“El presidente argentino valoró el interés común en preservar la relación de ambos países. Destacó la importancia de modernizar los acuerdos vigentes para ampliar y diversificar nuestras exportaciones, sobre todo en el sector automotor”, indicó la Presidencia de Argentina en sus canales oficiales.
¿Qué provocó el conflicto entre Ecuador y Argentina?
Fue la fuga de la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte de la embajada de Argentina en Ecuador la que avivó la tensión bilateral entre los presidentes Lasso y Fernández, quienes mantuvieron posturas alejadas sobre las implicaciones de este caso y las repercusiones en la política regional.
Tan aguda estuvo la relación, que el presidente Lasso dijo en sus canales en marzo, haciendo copia a otros presidentes de la región, que le apenaba mucho que Alberto Fernández “haya puesto por delante su amistad personal e identidad política con Rafael Correa por sobre la relación fraterna entre los pueblos de Argentina y Ecuador”.
A raíz de este suceso, y la acogida de Duarte en la embajada de Argentina en Caracas (Venezuela), que el gobierno ecuatoriano tomó la decisión de expulsar a Gabriel Fuks del país, quien figuraba como embajador argentino en Quito, a lo que el gobierno de Fernández también respondió con la expulsión del embajador ecuatoriano Xavier Monge.