Bloomberg — El nuevo gobierno de Ecuador está comprometido con el pago de su deuda interna y externa, a pesar de la desesperada crisis de pagos de fin de año, dijo el lunes el ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, en una de sus primeras apariciones públicas para tranquilizar a los ansiosos inversores sobre las finanzas del país.
El efectivo en el Tesoro de Ecuador se redujo a solo US$95 millones en la primera semana de diciembre, obligando al ministerio a utilizar todos los métodos disponibles para cumplir con los salarios y otros requisitos de pago de este mes. El déficit de Ecuador, por su parte, se ha disparado hasta los US$6.000 millones debido a unos ingresos petroleros y fiscales inferiores a los previstos, a las altas tasas de interés mundiales y a la incapacidad del anterior gobierno para vender activos estatales.
Esto ha supuesto un reto para el nuevo Presidente Daniel Noboa, que asumió el cargo en noviembre en medio de un profundo escepticismo de los inversores sobre los problemas fiscales de Ecuador y que ya se enfrenta a peticiones de sus aliados legislativos para que renegocie su deuda. El Ministerio de Finanzas se centrará en más de US$1.000 millones en gastos superfluos para ayudar a apuntalar los fondos públicos mientras continúa pagando las deudas, dijo Vega a los periodistas en Quito durante su primera rueda de prensa desde que se unió al Gobierno.
“Nuestro compromiso es cumplir siempre con nuestras obligaciones internas y externas”, dijo.
Los bonos globales de Ecuador con vencimiento en 2030 ganaron 0,4 centavos a unos 45 centavos de dólar el lunes, mientras que las notas con vencimiento en 2035 también subieron, según los precios indicativos compilados por Bloomberg.
Los legisladores tienen previsto celebrar una votación final el martes sobre un proyecto de ley económica de vía rápida destinado a cumplir las promesas de campaña de Noboa de estimular la creación de empleo para los jóvenes ecuatorianos y, al mismo tiempo, estabilizar las finanzas públicas. Es probable que incluya no más de US$200 millones en exenciones fiscales para nuevas contrataciones, dijo Vega, y le seguirán medidas adicionales a medida que el gobierno desarrolle sus planes económicos a medio y largo plazo.
Estos planes tratarán de allanar el camino para el eventual retorno de Ecuador a los mercados financieros internacionales, de los que actualmente está excluido, y se centrarán en el desarrollo de recursos estratégicos, la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad fiscal, dijo.
El paquete económico inicial, por su parte, incluye un plan de amnistía fiscal que aportará hasta US$832 millones al ministerio el próximo año, así como un impuesto sobre la renta de las 499 empresas más grandes de Ecuador que generará cerca de US$100 millones al mes, según Vega.
El plan también permitirá al Gobierno ahorrar US$500 millones cada año al reperfilar su calendario de pago de la deuda con el Banco Central del Ecuador en 2024 y 2025, el último año del breve mandato de Noboa, añadió Vega.
“No hay ningún golpe a las reservas del Banco Central” por la medida, que está en línea con los cambios acordados con los tenedores de bonos durante la última reestructuración de Ecuador durante la pandemia del COVID-19, dijo.
El Banco Central tiene previsto reducir sus tenencias de oro, que actualmente se sitúan cerca del 40%, a aproximadamente el 30%, mediante ventas y traspasos a otros activos líquidos. El Ministerio de Hacienda obtendrá el 70% de esas ventas de oro, y el resto se destinará a capitalizar el banco.
Los esfuerzos del Ministerio por eliminar el despilfarro se centrarán sobre todo en las empresas estatales, según Vega. Auditará a la petrolera Petroecuador, en cumplimiento de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que expiró a finales de 2022.
Los subsidios a los combustibles, políticamente sensibles, también tendrán que ser discutidos, y el ministerio está actualmente revisando cuidadosamente cómo reducir las ineficiencias para centrarlas en los verdaderamente necesitados, dijo Vega.
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