Bloomberg Línea — La segunda vuelta presidencial en Ecuador tendrá lugar el próximo 15 de octubre, enfrentando a Luisa González, que obtuvo el 33% de los votos, y a Daniel Noboa, que llegó al 24% de los sufragios.
Ante este panorama, que reúne a una candidata de izquierda afiliada al correísmo, y a un candidato de centro derecha, ligado al sector empresarial, los inversionistas han señalado que hay posibilidades de un triunfo de Daniel Noboa, para un mandato corto de 18 meses, el remanente del período original de Guillermo Lasso.
“Cualquiera que no sea el ‘correísmo’ debería tener la ventaja en la segunda ronda”, escribió en los últimos días Siobhan Morden, directora general de renta fija para América Latina del Banco Santander, en una nota.
De acuerdo con Noboa, con su paso a segunda vuelta vencieron “todas las personas que quieren un cambio”, en un acto desde su sede de campaña en Guayaquil. Hasta el 10 de agosto, que era la fecha límite del Consejo Nacional Electoral (CNE) para que se publicaran encuestas y sondeos, Noboa aparecía en el quinto o sexto lugar de intención de voto.
Justamente ese salto en la votación, que se habría dado después del asesinato del candidato Fernando Villavicencio, y por cuenta del enfoque de seguridad que Noboa le dio a su campaña, es que los inversionistas creen que puede lograr la victoria en octubre.
Alejandro Arreaza, economista de Barclays en Nueva York, dijo que los resultados electorales tal vez no sean concluyentes, pero en opinión del banco de inversión, “mejoran significativamente el equilibrio de riesgos. Los desafíos económicos y de gobernabilidad podrían persistir, pero al menos las preocupaciones sobre la voluntad de cumplir con sus obligaciones de deuda podrían disminuir significativamente”, en una nota publicada al inicio de la semana.
El pasado lunes, los bonos de Ecuador subieron con el ánimo de una segunda vuelta y la posibilidad de un presidente favorable al mercado.
Los apoyos que comenzó a buscar Noboa
Con el apoyo de Alianza ADN, Noboa señaló el 22 de agosto que una buena estrategia de campaña no se toca y que intensificará su trabajo en los diferentes territorios de Ecuador, en especial en aquellas provincias en las que Luisa González obtuvo una mayoría de votos (Los Ríos, Guayas y Esmeraldas, principalmente).
“Yo no soy anti nada, soy proempleo, pro seguridad, pro Ecuador. No hemos tenido necesidad de andar atacando a nadie”, dijo en una rueda de prensa, en la que también dijo que buscará cautivar el voto del “correísmo blando”, al que atribuyó una preferencia en él para la presidencia, pero que eligió a asambleístas de Revolución Ciudadana.
Ruth Hidalgo, decana de ciencias políticas de la Universidad de las Américas de Ecuador, señaló tras las elecciones que Noboa se convierte inmediatamente en el favorito para ganar en octubre, ya que es más probable que los partidarios de otros candidatos lo elijan antes que a González, dijo a Bloomberg.
¿Cómo ha sido la carrera política de Noboa?
En 2021 se presentó en las elecciones legislativas, en representación de Santa Elena, por el movimiento Ecuatoriano Unido. Fue electo en el cargo, en el que estuvo hasta el 17 de mayo de 2023, cuando se disolvió la Asamblea por la decisión de Guillermo Lasso de decretar la ‘muerte cruzada’.
En mayo de 2023 se presentó como candidato a las elecciones presidenciales, por el movimiento político Acción Democrática Nacional (ADN), y respaldado por los movimientos: Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) y MOVER.
Entre sus propuestas y plan de gobierno, aparecen los siguientes puntos principales:
- Estimular la creación de pequeñas y medianas empresas, con políticas que disminuyan la burocracia y faciliten el acceso a crédito
- Para dinamizar la economía, plantea incentivos tributarios para el sector productivo, siempre que impulse la sostenibilidad, y exenciones de impuestos para las empresas nuevas durante sus primeros años de actividad
- Actualizar y aplicar el salario mínimo para reflejar el costo de vida y las condiciones económicas. Noboa sugiere la equidad salarial mediante la implementación de políticas que combatan la discriminación salarial; esto implica la revisión y ajuste del salario mínimo
- Una política de presupuesto base cero; es decir, un sistema en el que las entidades justifiquen cada año sus gastos; en lugar del sistema actual, en el que las asignaciones parten de lo presupuestado el año anterior
- Militarizar los puertos y fronteras del país para frenar el tráfico de drogas
- Plan de construcción y mantenimiento de infraestructura estatal de transporte, energía, agua y saneamiento
