Economía de Ecuador tendrá fuerte desaceleración en 2024, según proyecciones del FMI

Pese a tener una inflación controlada, el crecimiento del país andino estaría muy limitado este año. Entre tanto, el gobierno adelanta conversaciones para una nueva línea de crédito con el organismo internacional

Foto referencial de un ciudadano con la bandera de Ecuador.
16 de abril, 2024 | 02:18 PM

Bloomberg Línea — Las perspectivas sobre la economía ecuatoriana se están debilitando por parte de los organismos internacionales. En su nueva revisión de abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que proyecta un crecimiento del PIB de tan solo un 0,1% en 2024.

La cifra es mucho menor que las anteriores proyecciones del organismo: en octubre pasado se proyectaba un crecimiento de 1,8% para el año en curso, y en un informe previo incluso se estimaba un 2,8%.

Ver más: Guyana impulsará PIB de Latinoamérica en 2024 y solo Argentina y Haití se quedan atrás

PUBLICIDAD

Para 2025, la economía ecuatoriana crecería tan solo un 0,8% y para 2026 llegaría a un 2,5%. La caída del país andino se da en medio de mejores perspectivas regionales, pues se proyecta que la economía de América Latina logre un crecimiento del 2% en 2024, impulsada por mejores resultados de Guyana.

El FMI señala en su nuevo informe que “el crecimiento (global) es históricamente lento, debido a factores a corto plazo, como los costos de endeudamiento todavía elevados y el retiro del respaldo fiscal, y a los efectos a más largo plazo de la pandemia del Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania, el débil crecimiento de la productividad y el aumento de la fragmentación geoeconómica”.

La proyección del FMI es distante de la revelada por el Banco Mundial en los últimos días para Ecuador, pues este último proyectó un crecimiento del 0,7% en el PIB en 2024.

PUBLICIDAD

Las proyecciones sobre la inflación y el desempleo de Ecuador por parte del FMI

En el informe ‘Perspectivas de la economía mundial, abril de 2024′, el FMI proyecta que la inflación ecuatoriana cerrará este año en un 1,4% y ascenderá al 1,5%, en 2025.

Además el balance de cuenta corriente sería del 0,9% en 2024 y de 1,2% el próximo. Mientras que a nivel de desempleo, las cifras son un poco más altas de las actuales: 2024 presentaría un desempleo de 4,2% y este bajaría a un 4,0% en 2025.

Las negociaciones de Ecuador para una nueva línea de crédito con el FMI

En medio de proyecciones más débiles sobre el desempeño económico de Ecuador, y de cuentas fiscales apretadas para la administración de turno, el gobierno de Daniel Noboa está buscando una nueva línea de crédito con el FMI.

En marzo, se conoció que las autoridades financieras del Ecuador estaban en conversaciones con el personal del Fondo Monetario Internacional (FMI) para consolidar una nueva línea de apoyo monetario por parte del organismo multilateral.

Fue así como para la primera semana de abril, una comitiva del organismo llegó al país para abordar los desafíos económicos que este enfrenta y dialogar con las autoridades ecuatorianas de cara a una nueva opción de financiamiento, según comunicó el Ministerio de Economía y Finanzas.

Ver más: Misión del FMI en Ecuador: ¿qué necesita el país para acceder a un programa de apoyo monetario?

“Mantener un trabajo estrecho con los organismos multilaterales es beneficioso para el país porque ayuda a respaldar las prioridades sociales y económicas de Ecuador”, señaló la cartera.

La portavoz del organismo, Julie Kozack, resaltó a inicios de abril las medidas políticas que ha tomado Noboa para enfrentar la actual crisis de liquidez del Ecuador.

PUBLICIDAD

“Además de los esfuerzos por mejorar la seguridad pública, las políticas deberían centrarse en garantizar la sostenibilidad macroeconómica y fiscal y crear las condiciones para un crecimiento más fuerte e inclusivo”, añadió, al referirse sobre las conversaciones del fondo con el gobierno ecuatoriano.

Desde Citi Research para América Latina, perteneciente a Citigroup, se dijo que se espera un acuerdo que pueda llegar a los US$3.000 millones en una línea de crédito tipo SAF (Servicio Ampliado del FMI), con posibilidad de extenderse otros US$1.000 millones en la línea SRS (Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad).