Bloomberg Línea — Una empresa ecuatoriana es una de las patrocinadoras oficiales de uno de los equipos de fútbol más sonados en este año: el Inter de Miami, en donde juega Lionel Messi y también el ecuatoriano Leonardo Campana.
Se trata de Agua Splendor, que desde noviembre de 2024 se convirtió en la marca oficial de agua del club estadounidense. El 8 de noviembre de 2024, el equipo de fútbol realizó el anuncio oficial. “Esta asociación une a dos organizaciones dedicadas a ofrecer los más altos estándares”, publicaron en su cuenta de X.
Pero, ¿cómo se concretó esta alianza y cuáles son los objetivos de la firma ecuatoriana en Estados Unidos? Carlos Chávez, presidente de Splendor en Ecuador conversó con Bloomberg Línea y narró los detalles de las negociaciones, así como el proceso de transformación de la empresa que le ha permitido posicionarse en el mercado nacional y ahora tiene grandes planes de expansión en el mercado norteamericano y en otros países de América Latina.
El objetivo detrás de la alianza con el Inter
El objetivo de Splendor de ser un referente en el ámbito deportivo nació hace aproximadamente tres años. “Buscábamos un club que comparta nuestros mismos valores y un club donde realmente sintamos que estamos contribuyendo al deporte”, cuenta Chávez. Se apalancaron en una agencia de marketing italiana y de la mano Domenico Novella, un agente deportivo especializado en patrocinios y derechos de imagen en la industria del deporte y entretenimiento, iniciaron las negociaciones con el Inter de Miami.
Una vez que ambas partes sintieron un match entre sus valores, ética profesional y en la forma de hacer negocios, la alianza se concretó en noviembre de este año. “Empezó este 2024 con el auspicio de los playoffs y continúa en el año 2025 siendo el sponsor oficial en la categoría de agua premium para el club”, explicó Chávez, quien espera que esta alianza se extienda a largo plazo.
El equipo de fútbol también anunció que, como parte de la colaboración multianual, Splendor Water se convertirá en un socio participativo del East Club del Chase Stadium, en la temporada 2025 y la marca estará presente dentro del estadio a lo largo del Chase Stadium.
Splendor exporta su agua embotellada al mercado estadounidense hace un año y ahora “lo que nosotros buscamos al estar dentro del East Club es básicamente poder tener una visibilidad de marca”, comentó Chávez.
Este objetivo que ya se está cumpliendo pues “estos dos meses (octubre y noviembre) han sido de locura”, asegura el ejecutivo. Desde que anunciaron la alianza con el equipo de Lionel Messi, los envíos de sus productos a EE.UU. han aumentado de uno a diez contenedores mensuales. Las ventas del agua embotellada han repuntado en Miami y en otros estados en donde ya estaban presentes como Carolina del Norte, Florida, California y Nueva York. Incluso activaron un sistema de ventas en línea para atender la demanda. Ahora están en el proceso de ingresar a los principales supermercados como Kroger y Walmart y aspiran a calificar la marca con Whole Foods.
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Splendor está invirtiendo más de un millón de dólares, entre costos directos e indirectos, en la alianza con el Inter de Miami y todo lo que implica su posicionamiento a través del equipo y el retorno que la empresa proyecta es prometedor. Su meta anual de ventas en EE.UU. es alcanzar los US$12 millones en aproximadamente dos años y a partir de allí llegar su ritmo habitual de crecimiento que es del 30%.
Esas cifras ya han logrado en Ecuador, luego de casi siete años de trabajo para reposicionar la marca. En 2023, cerraron con US$12 millones en ventas y para este 2024 estiman un crecimiento del 33%.
Para el mediano y largo plazo, Splendor tiene tres mercados adicionales en la mira: República Dominicana, Costa Rica y Perú. A mediados de 2025 además esperan retomar sus exportaciones a Chile y a más a largo plazo, aspiran a ingresar a México.
La transformación de Splendor y ¿qué la hace especial?
Los últimos siete años han sido de transformación de la empresa ecuatoriana que en realidad ha estado en el mercado desde 1992 pero con muchas dificultades. El grupo empresarial que actualmente está a cargo del negocio, lo adquirió en 2014 y desde entonces implementan una inversión de alrededor de US$75 millones para una “reconversión drástica” de la empresa, dice Chávez.
De ese total, el ejecutivo explica que ya se han invertido US$60 millones en subsanar los problemas económicos con los que recibieron la empresa y en modernizar la maquinaria para todo su proceso de producción. Los US$15 millones restantes se destinarán a procesos de automatización en sus bodegas. Chávez agregó que también harán una inversión importante en construir más bodegas en el Puerto de Guayaquil, en la Costa ecuatoriana, justamente para cumplir sus objetivos de exportación.
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Adicionalmente, la compañía ha invertido en su canal de ventas virtuales para incentivar los pagos con tarjeta de débito o crédito en el Ecuador. Actualmente, Splendor genera 500 empleos.
La planta de Splendor se ubica en La Maná, una localidad de la provincia de Cotopaxi que se ubica entre el final de la Cordillera de los Andes y el inicio de la Costa ecuatoriana. Las principales fuentes de agua son los deshielos del volcán Cotopaxi y del cráter del Quilotoa. Su ubicación geográfica, según Chávez, hace que el agua sea liviana y rica en oro, plata y otros minerales beneficiosos para el ser humano.
Las propiedades del agua también en su momento verificadas por Jorge Carvajal, un científico colombiano, creador de la medicina sintergética, que es una síntesis de la medicina tradicional y la bioenergética. Él es parte del equipo de visionarios que recuperaron la empresa, narra una reseña publicada en el web de la compañía.
El objetivo de los procesos de producción de Splendor es mantener al máximo las cualidades naturales de la fuente de origen del agua para el consumidor final. “Es un proceso cerrado sin intervención humana en ninguna parte del proceso”, afirma Chávez. “Todo el sistema de traslado del agua desde la fuente hasta la planta de embotellamiento tiene una tubería de acero grado quirúrgico con imanes que están distanciados 3.33 metros, y eso es una medida técnica para que el agua tenga el mismo movimiento molecular que se asimila a lo que tiene la fuente de origen”.
Gracias a estas características, el agua de Splendor ha recibido varias certificaciones como la de “mejor agua del mundo” en la categoría de Extrema Pureza de la Fine Water Society y en junio de 2024 su agua con gas fue reconocida por el International Taste Institute.
Próximo proyecto: un spa
La responsabilidad social y ambiental no es un tema lejano de Splendor y en esa línea también manejan diversos proyectos en Ecuador. Chávez indica que están trabajando con el club deportivo El Nacional mediante “una contribución directa a los jugadores” para que se mantengan en su actividad deportiva a pesar de las dificultades económicas que el equipo atraviesa actualmente. Además mantiene un acuerdo con la Fundación Jocotoco para apoyar la preservación de las islas Galápagos.
En la misma línea ambiental, y ya en su área de influencia, han colaborado con la prefectura de La Maná en proyectos viales. Y actualmente trabajan para delimitar un área de conservación en esa localidad. Su idea es lograr que aproximadamente 400 hectáreas de bosque primario sean declaradas como reserva ecológica y así también “evitar que La Maná se convierta en un área minera”, señala en directivo.
Y su próximo proyecto ya listo para inaugurarse el 15 de febrero de 2025 es un spa también en La Maná. Se trata de un healing center que brindará espacios de reflexión y sanación interna a los asistentes. Chávez cuenta que la construcción del lugar concluyó en octubre y actualmente se encuentran en la fase de pruebas, previo a su apertura al público.
El spa tiene forma de pirámide de vidrio que es una réplica de la pirámide que se encontró en el lugar de donde proviene el agua de Splendor, que data de la civilización precolombina. Además incluirá un área de terapias a través del sonido y los colores (cromoterapia). Para todos estos temas, también contaron con la asesoría del científico Jorge Carvajal. “Es realmente un monumento arquitectónico. Solamente hacer el cálculo matemático de cada cara de la pirámide llevó unos cuatro meses”, concluye Chávez.