La mayoría de los países del mundo, con muy pocas excepciones, suele brindar apoyo, de mayor o menor índole, al sector agropecuario. De hecho, esto es lo que sucede en casi todos los países América Latina y el Caribe, aunque existe un caso llamativo: Argentina; allí el Estado le quita más al productor de lo que le da vía incentivos.
Tomando datos del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, vemos que, a nivel mundial, el promedio de apoyo estatal al productor fue equivalente al 9,8% de los ingresos frutos de la finca entre los años 2020 y 2022.
Y así se observa ese ratio en América Latina y Caribe:
- Jamaica: 38,6%
- Panamá 33,1%
- El Salvador 25,6%
- Guyana 19,1%
- República Dominicana: 17,9%
- Surinam: 15,9%
- Bolivia: 13,8%
- Ecuador: 11,9%
- México: 11,3%
- Nicaragua: 11%
- Perú: 7,4%
- Honduras: 7,2%
- Colombia: 6,1%
- Guatemala: 5,8%
- Uruguay: 4,9%
- Costa Rica: 4%
- Brasil: 3,1%
- Chile: 2,7%
- Paraguay: 1%
- Argentina: -14,6%
A nivel internacional, el apoyo al sector agrícola es medido por medio del Estimado de la Ayuda Total (EAT) que incluye el Estimado de Apoyo al Consumidor (EAC), el Estimado de Apoyo al Productor (EAP) y el Estimado de Apoyo en Servicios Generales (EASG). El EAP abarca las políticas que modifican los precios y distorsionan los mercados (Apoyo a Precio de Mercado – APM) y las ayudas directas (Apoyo Presupuestario Directo al Productor – AD) como los pagos por unidad producida, los subsidios para reducir los costos de los insumos, los pagos por superficie o número de animales, los complementos a los ingresos de los productores, etc.
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La Unión Europea da el 16,5% de apoyo y Estados Unidos el 8,9%. En promedio, el EAP en los miembros de la OCDE es relativamente alto (15,2%). Las economías emergentes, por su parte, han incrementado notablemente el apoyo en los últimos años. En particular, China, donde el EAP ascendió a 14,4%
Argentina: el único país de América Latina con apoyo negativo al agro
En América Latina y Caribe, se distinguen los países más pequeños del Caribe y Centroamérica en el apoyo comparativamente alto con relación al promedio mundial, mientras que las economías más grandes, y en particular las sudamericanas, muestran niveles de apoyo sustancialmente menores. Argentina se distingue por tener un apoyo negativo entre los más significativos del mundo, al gravar las exportaciones agropecuarias con derechos de exportación y otras restricciones (–14,6%).
Un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo señala: “El caso de Argentina llama la atención: es el único país con un apoyo negativo al sector agropecuario; esto significa que, en términos netos, los productores agropecuarios transfieren recursos al resto de la población, ya sea a través de impuestos o a través de la venta de sus productos a precios artificialmente bajos”.