Bogotá — Con la admisión a reorganización empresarial ante la Superintendencia de Sociedades, Viva Air se juega su última carta para no entrar en liquidación y desaparecer así del mercado.
No obstante, no será un proceso fácil debido a la crítica situación financiera que tiene actualmente la aerolínea de bajo costo, que ya se quedó sin aviones y que recientemente notificó a sus trabajadores del no pago de la nómina durante el mes de mayo y del no cubrimiento de la póliza de salud.
¿Qué salvavidas le quedan?
“Este proceso se trata precisamente de reorganizar los activos y los pasivos de la empresa y de tener un plan de negocios para ello, un plan que tiene que ser viable para que la compañía operativamente funcione a futuro y tenga la suficiente caja para pagar los pasivos. Esos pasivos incluyen todos los externos. En la medida en la cual la firma tenga un plan de negocios viable, donde haya flujo de caja, donde se puedan conseguir recursos, se podrá presentar a los acreedores y estos, si están de acuerdo con ese plan, votarán que sí y lo aprobarán”, le dijo a Bloomberg Línea Juan Pablo Liévano, exsuperintendente de Sociedades.
En esa línea explicó que hay diferentes escenarios para que una empresa en reorganización pueda conseguir recursos: “puede ser que en la propia actividad de la firma se generen recursos o si hay déficit que los mismos accionistas existentes inyecten capital o que vengan terceros e inyecten capital que sirva para repotencializar la operación y el ejercicio de la compañía. Todo depende del plan de negocio y del plan caja”.
Pero, si por el contrario, el plan de negocios exige capitalizaciones que no se dan, o finalmente los acreedores no están de acuerdo con el plan de negocios, la firma, en este caso la aerolínea, terminaría en una liquidación judicial.
Si así sucede se daría fin a la actividad comercial de Viva Air y se terminaría la personalidad jurídica de la sociedad. Se despedirían e indemnizarían a los trabajadores y se daría fin a los encargos fiduciarios y contratos a los que haya lugar.
Recordemos que tras la decisión de Avianca de desistir de su integración con Viva Air, la aerolínea de bajo costo sostuvo que, sin contar con la posibilidad de respaldo financiero que le garantizaba esta operación, no tiene la capacidad para continuar operando en el mercado. Por lo que la opción más viable que tiene Viva en este momento es conseguir un inversionista o un socio que aporte el capital suficiente para su recuperación. Lo cual no será una tarea fácil.
Más aún cuando, recordemos, durante el proceso de aval de la integración entre Avianca y Viva Air, fueron rechazadas las intenciones de compra que hicieron aerolíneas como JetSmart Airlines y Latam Airlines.
En este momento a Viva Air le quedan 700 trabajadores, quienes están a la espera de cualquier decisión de la Junta Directiva y quienes tres meses después de la suspensión de operaciones de la empresa, guardan la esperanza de volver a volar.
“Desde la Superintendencia trabajamos por defender las empresas y el trabajo digno, respetando los requerimientos de ley a efectos de lograr el buen desempeño de las sociedades y evitar al máximo cualquier tipo de perjuicio que se pueda causar a la sociedad, la legalidad y la economía del país. Con la prestación de los servicios de manera oportuna, continuaremos fortaleciendo el tejido empresarial colombiano y acompañando la reactivación de las empresas en crisis”, manifestó Billy Escobar, superintendente de Sociedades.