Bogotá — Dos meses y una semana después de que Viva Air suspendiera sus operaciones de forma inmediata, la situación de la aerolínea de bajo costo parece no mejorar.
Ahora está en una carrera contra el tiempo para no perder la protección que le otorga el proceso de recuperación empresarial que lleva en la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño, lo que se materializará el próximo martes 9 de mayo.
¿Qué significa esa pérdida?
En palabras de la misma Avianca, si Viva Air llega a perder esa protección, el rescate de la aerolínea sería imposible.
Y es que bajo ese escenario, Viva entraría en un proceso de liquidación, con el que la marca desaparecería de forma definitiva.
Recordemos que el pasado 10 de febrero la aerolínea de bajo costo informó que se acogía a este proceso voluntario de recuperación “que tiene una duración de 90 días, con el fin de reestructurar sus deudas a través de una negociación con sus acreedores principales para seguir operando bajo condiciones sostenibles que garanticen la continuidad de la empresa”.
De acuerdo con el Decreto 560 de 2020, mediante el cual Viva Air entró a este proceso, y según información de Confecámaras, se considera fracaso del acuerdo de recuperación empresarial si:
-Vencido el término para cumplir con los deberes a cargo del deudor, sin que hubiere acreditado su cumplimiento, o vencido el término de 3 meses de duración del procedimiento sin que se hubiere logrado el acuerdo de recuperación empresarial, se entenderá fracasado y se dará por terminado en los términos previstos en la normativa citada.
Por lo que, en caso de fracaso del procedimiento el mediador deberá informar de esta situación al deudor, a los acreedores vinculados y a la Cámara de Comercio. También deberá oficiar a los despachos judiciales y entidades que estuvieren conociendo de procesos ejecutivos, de restitución de tenencia y de cobro coactivo, tanto judiciales como extrajudiciales.
A todo lo anterior se suma, además, el riesgo cada vez más latente de que los arrendadores retiren los pocos aviones que le quedan a Viva Air, con lo que retornar a su operación sería todavía más complejo.
Avianca ha expresado en diferentes ocasiones que “Viva Air ya no cuenta con las mismas capacidades –red de rutas, aviones, trabajadores- que tenía antes de la suspensión temporal de sus operaciones, factor que debe ser analizado al detalle para determinar la pertinencia de las condiciones establecidas por la Aeronáutica Civil”.
¿En qué va la integración Avianca-Viva Air?
La última semana de abril la Aerocivil respondió los recursos de reposición del caso, confirmando su decisión de integración condicionada entre Avianca y Viva.
Sin embargo, la decisión todavía no está en firme debido a que queda el trámite de respuesta a los recursos de apelación, que podían presentar no solo las empresas intervinientes en la operación sino también los terceros interesados en el caso (JetSmart, Wingo y Latam Airlines).
Avianca, que solicitó integrarse con Viva Air en agosto de 2022, ha mostrado su desacuerdo con las condiciones establecidas por la Aeronáutica Civil, refiriendo que “hacen inviable la operación de Viva en el mediano plazo, condenándola al fracaso operacional y financiero”.
Asimismo, que estos parámetros son imposibles de cumplir dada la realidad actual de esa empresa, que ya ha perdido más de la mitad de sus aviones. Lo anterior haciendo referencia a la exigencia de mantener capacidad en rutas exclusivas a pesar de la falta de aviones y de slots (espacios de despegue y aterrizaje).
Avianca también ha señalado que la decisión de la autoridad aérea otorga beneficios injustificados a terceros, como por ejemplo exigirle a Avianca que pague por la certificación IOSA de Satena. “En todos estos casos los condicionamientos propuestos por la Aerocivil imposibilitan la recuperación de Viva”.
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