Una transición energética mal entendida puede dejar efectos indeseados en Colombia

La advertencia la lanzó José Antonio Vargas, presidente del Consejo Mundial de Energía Colombia, quien además, advirtió que sin seguridad jurídica no llegarán las inversiones necesarias

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Bogotá — Colombia viene desarrollando los planes para realizar la transición energética y así eliminar su dependencia al petróleo y los combustibles fósiles, sin embargo, entender mal ese proceso podría dejar consecuencias indeseadas en el país.

Bloomerg Línea habló con José Antonio Vargas Lleras, presidente del Consejo Mundial de Energía Colombia, quien dio su visión de cómo está el país en el camino de las energías renovables y qué se requiere para poder tener éxito en el camino.

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“Colombia arrancó con mucha fuerza su proceso de transición energética. Cuando uno mira todos los índices que la miden uno se da cuenta de la importancia de los recursos que tenemos, de las políticas que venimos desarrollando y del empresariado fuerte que está apostando por el sector. Tenemos todo para avanzar rápidamente en la transición y sobre todo para obtener todos los beneficios que ello implica para los países”, dijo el ejecutivo.

Sobre los tiempos que se requieren para la transición y en especial, sobre el tiempo que Colombia necesita seguir haciendo uso de otros combustibles fósiles, Vargas aseguró que “lo importante es que Colombia tenga su propia transición. Cada país debe definir el uso de sus recursos considerando lo que denominamos el trilema de la energía, es decir, sin descuidar la seguridad energética en ningún momento, o sea, tener claro hasta cuándo vamos a explotar los recursos fósiles, el petróleo, gas, el carbón, porque de estos recursos provienen la mayoría de los ingresos fiscales de la Nación, y eso implica saber combinarlo con la segunda pata de todo esto y es la sostenibilidad energética y de todo el sistema en el marco del acuerdo que ya ha suscrito Colombia y con los cuales se ha comprometido, y esto debe ir articulado con la equidad energética, y esto quiere decir, cómo vamos a hacer que toda esta inversión y estas políticas vayan efectivamente a beneficiar a la gente, a las familias, que por andar en la carrera de la transición energética no vayan a quedar un montón de personas y ciudadanos tendidos en el campo de la batalla por una transición energética mal entendida”, agregó Vargas Lleras.

Al preguntar por la certeza de los inversionistas para inyectar recursos al país, el presidente del consejo sostuvo que “sin seguridad jurídica no vamos a ser capaces de atraer y tampoco vamos a poder mantener los grandes niveles de inversión que hay y que se necesitan en Colombia en el sector energético”.

Sostuvo que “hasta ahora, Colombia ha gozado de una gran tradición de respeto por las normas y del regulador. De tener un escenario normativo y jurídico predecible, Colombia no puede perder eso porque es fundamental para atraer las inversiones, yo espero que eso sea una prioridad para el Gobierno Petro. Ojalá que podamos mantener esos estándares de respeto por la ley y la regulación”.

Así mismo, advirtió que las reformas que se hagan no deben alterar las reglas de juego para evitar que los inversionistas que se interesan por proyectos prefieran otros países.

“Es distinto una reforma tributaria a una de las reglas de juego. Nos puede llevar es a que Colombia sea menos atractivas para la inversión extranjera, pero también para la local. Entonces cuando se desmontan incentivos como en la reforma tributaria que se aprobó o como se plantea en el plan de desarrollo, se incrementan las transferencias para las energías renovables que se monten en Colombia, lo que se hace es perder competitividad frente a otros países que también demandan esos recursos, y muchos de esos países son vecinos nuestros”, advierte Vargas.

En esa línea, pide que el país no solo se declare en favor de las energías limpias, sino que genere los escenarios para incentivarlas “Si de verdad estamos apostando por la transición energética y la lucha contra el cambio climático, estos mensajes tan fuertes en los discursos del Gobierno se deben acompañar de incentivos y atractivos para que la inversión fluya hacia el país”, agregó.

Habló también de las tarifas y los precios a los usuarios. Sobre lo cual manifestó que “en la parte regulatoria hay muchos temas sobre la mesa y varios de ellos relacionados con la transición energética, veo que particularmente de interés del Gobierno está lo relacionado con la justicia tarifaria. Ahí lo que hemos venido observando es que el incremento de las tarifas de energía es un fenómeno mundial que responde a muchísimos aspectos como la inflación, la devaluación, los temas logísticos que han encarecido los proyectos, en fin, muchos más factores”.

Asegura que “las condiciones están dadas, si bien hay varios productos retrasados por procesos de licenciamiento ambiental, de consultas previas y de otras circunstancias, pero hay otros que van bien y se están desarrollando adecuadamente, a través de un diálogo constructivo vamos a poder destrabar muchos de estos proyectos, la mayoría de ellos en La Guajira para que puedan entrar esos 3.300 megavatios que están programados para entre 2023 y 2024″, dijo Vargas.

Finalmente, manifestó que “hemos llamado la atención de que un Gobierno con semejantes compromisos en materia de cambio climático y energías renovables debería mantener los incentivos y no generar gravámenes que puedan colocar a las empresas en desventaja para el desarrollo de esos proyectos”.