Bogotá — Hace 14 días la aerolínea de bajo costo, Ultra Air, dejó de operar en Colombia. Ese mismo día, el pasado 30 de marzo, la Superintendencia de Transporte y mediante oficio le solicitó a la Superintendencia de Sociedades que inicie el proceso de insolvencia de esta firma.
¿Qué ha pasado desde entonces?
La Supersociedades le indicó a Bloomberg Línea que ese día, efectivamente, fue recibida la comunicación y que “recibió radicado el 4 de abril. Con esto, la Delegatura de Insolvencia hizo la solicitud formal a Ultra Air para que envíe información financiera, y de ahí empieza a correr un término de 30 días. Luego de ese tiempo se concluye si se inicia el proceso de insolvencia”.
Por lo que todavía queda un mes para saber si esta aerolínea entra a este proceso.
Recordemos además que el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, anunció una denuncia penal contra los directivos de Ultra Air porque continuaron vendiendo tiquetes a pesar de saber que la aerolínea cesaría operaciones. Lo mismo que hizo con Viva Air.
Los alcances del proceso de insolvencia
El régimen judicial de insolvencia, de acuerdo con la Ley 1116 de 2006, tiene por objeto la protección del crédito y la recuperación y conservación de la empresa como unidad de explotación económica y fuente generadora de empleo.
La insolvencia, además, propicia y protege la buena fe en las relaciones comerciales y patrimoniales en general y sanciona las conductas que le sean contrarias.
Una vez Ultra Air sea admitida a este proceso, y según una fuente experta en el tema que prefirió no ser citada, “se hace una negociación con acreedores que procura la disminución de pasivos, rebajas sobre el pago, y así lograr que la compañía pueda salir adelante nuevamente”.
Además, explicó que a diferencia de un proceso de liquidación, en la insolvencia los administradores de la aerolínea, en este caso, siguen a cargo de las obligaciones de la administración de esta sociedad. Lo que quiere decir que los ejecutivos continúan operando con normalidad.
Por lo que la insolvencia tiene, entonces, dos salidas principales. La primera, que se logren conseguir los recursos de capital de trabajo y se mantenga a flote la empresa. O que se venda la sociedad.
Para este caso, si hay alguien interesado en adquirir Ultra Air, este se haría con la marca, los slots (espacios de despegue y aterrizaje), los contratos de arrendamiento de aviones y la infraestructura administrativa, principalmente.
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La oferta de Germán Efromovich
El empresario Germán Efromovich, quien en el pasado fue accionista de Avianca, envió el pasado 4 de abril una misiva a los accionistas de Ultra Air, y según reveló Revista Semana.
En ella ofreció una suma de US$1 por la aerolínea, debido a que considera que la situación económica de Ultra Air equivale a un valor actual de $0.
Asimismo, resaltó que de hacerse con la aerolínea, no estaría obligado a pagar acuerdo especiales como bonos o planes de compensación.