Bogotá — A pesar de la reciente desaceleración del sector de alojamiento y restaurantes en Colombia, aún sus niveles de actividad se encuentran relativamente altos.
Como resultado de la fuerte recuperación que registró en 2021 y 2022, con cifras a junio de este año su actividad se ubica un 19% por encima de niveles pre-pandemia.
Aunque las principales variables del sector han moderado de forma importante su ritmo de crecimiento, aún reportan cierto dinamismo.
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Los ingresos reales hoteleros registran una expansión anual promedio de 2% y la tasa de ocupación hotelera se ha ubicado en un promedio de 51%. No obstante, se estima que para todo 2023 se contraigan frente al año anterior.
Un análisis reciente de Corficolombiana sostiene que en efecto, durante los últimos meses la dinámica del sector ha presentado una desaceleración, que responde tanto a la moderación del consumo de los hogares, como a los efectos adversos de choques específicos que han afectado la actividad turística.
En particular, dice la firma, el sector turismo ha enfrentado durante este año dos choques importantes. El primero, es el cese de actividades de las aerolíneas Viva Air y Ultra Air, las cuales representaban cerca del 25% del mercado de pasajeros con destino nacional en el país. En segundo lugar, el restablecimiento del IVA a los tiquetes aéreos al 19%, frente a la tasa transitoria del 5%, y la eliminación de la exención del pago de IVA de los servicios de alojamiento, ha impactado el costo de hacer turismo en el país.
En el análisis explica que el efecto inmediato del cese de actividades de estas aerolíneas implicó la reducción de la oferta de tiquetes aéreos, que ha tenido un impacto sobre sus precios y el flujo de viajeros nacionales, dada la menor capacidad de compra.
Según Corficolombiana, como consecuencia de la salida de ambas empresas, los viajes nacionales se contraerán anualmente este año, en contraste con una expansión prevista del 1% en ausencia de este choque.
Ante esto, el flujo de viajeros nacionales ha moderado su ritmo de crecimiento, que había sido importante hasta el cierre de 2022, y actualmente se encuentra rezagado (junio 2023: 4% por encima de niveles pre-pandemia) cuando se compara con la entrada de viajeros internacionales al país (junio 2023: 34% por encima de los niveles de 2019).
A pesar de lo anterior, no deja de ser sorprendente el desempeño del sector en Colombia frente a sus principales pares regionales. Mientras la actividad económica del sector se encuentra 19% por encima de los niveles de 2019 en Colombia, en Brasil, México y Chile apenas alcanza lo observado previo a la pandemia, y en Perú se encuentra un 4% por debajo de los niveles de 2019.
La resiliencia del sector turístico en Colombia, a pesar de los choques locales mencionados, sobre todo frente a lo que se observa en la región, sorprende y plantea la necesidad de entender las variables que han determinado este dinamismo reciente.
Específicamente, que los destacados registros de entrada de viajeros internacionales al país han sido el motor del dinamismo de la actividad turística nacional.
Colombia, destino de extranjeros
La recuperación post-pandemia en Colombia de los pasajeros internacionales ha superado las expectativas y lo sucedido en el resto del mundo.
Con cifras a 2022, el total anual de viajeros extranjeros al país se ubicó un 10% por encima de niveles pre-pandemia, destacando frente a lo sucedido en las demás regiones del mundo, en donde se mantiene rezagada frente a los niveles que se tenían en 2019.
Por su parte, aunque el flujo de viajeros nacionales fue uno de los motores del crecimiento del sector hasta el año 2022, en 2023 se vio fuertemente interrumpido por el retiro de las aerolíneas. En el primer semestre del año, el total de viajeros locales registró una contracción de 12% (junio 2023: -21% a/a), en comparación con la expansión de 29% del flujo de pasajeros internacionales (en junio de 2023 alcanzó un máximo histórico de 780 mil viajeros).
No obstante, es importante recalcar que, pese a su contracción, los viajeros locales representan 75% de total de viajes que se realizan en el territorio nacional.
Esta cifra refleja una recomposición del origen de viajeros en el país, en la medida en que, en el promedio de 2019 (prepandemia) los viajeros locales representaban un 80%.
Lo anterior, dice Corficolombiana, demuestra la fortaleza en la entrada de internacionales y la pérdida en la participación que ha registrado el flujo de pasajeros nacionales en los últimos meses.
Peso débil atrae visitantes
Las cifras de balanza de pagos confirman que la exportación de servicios de turismo de Colombia ha sido sobresaliente en el contexto global.
Después de la pandemia, ha sido la economía que ha reportado la recuperación más rápida de toda Latinoamérica en la exportación de servicios de turismo, ocupando el puesto 18 a nivel mundial. Esto ha desempeñado un papel crucial en la entrada de divisas al país.
Respecto a los países de origen, cabe resaltar que el 85% del flujo de pasajeros internacionales a Colombia en el primer semestre de 2023 provino de 10 países: Estados Unidos, México, Panamá, España, Perú, Ecuador, Chile, República Dominicana, Brasil y Argentina.
En particular, en 2023 los flujos provenientes de todos estos países han registrado un crecimiento anual de dos dígitos con respecto al primer semestre de 2022, algo destacable en un contexto de desaceleración económica global.
Según el análisis de la firma los periodos en los cuales la depreciación de la tasa de cambio bilateral es elevada coinciden con variaciones positivas en el flujo de extranjeros que provienen de los distintos países bajo análisis (a excepción de Argentina). En especial desde Perú, México, Brasil, Ecuador y Estados Unidos.
Con esto logró establecer que la depreciación del tipo de cambio causa una expansión del flujo de viajeros internacionales y no viceversa (nivel de significancia: 95% de confianza) a excepción de los casos de Panamá y Argentina.
Las proyecciones de los analistas de Corficolombiana dicen que la depreciación de la tasa de cambio sobre la entrada de viajeros internacionales tiene su mayor impacto en los primeros tres meses. A partir del cuarto mes, el efecto ya no es significativo y se empieza a diluir en el tiempo.
Así, en promedio, los modelos arrojan que una depreciación de 1 punto porcentual en la tasa de cambio bilateral aumenta en promedio en 0,5 puntos porcentuales el flujo de pasajeros extranjeros que entran desde ese país a Colombia en el mismo mes y dos meses después.
Concluye el análisis diciendo que es importante destacar que, el incremento del flujo de viajeros extranjeros más allá de vislumbrarse como una tendencia estructural, parece ser un efecto transitorio originado por el comportamiento que ha tenido la tasa de cambio bilateral de Colombia. Lo anterior podría revertirse y deteriorar aún más el panorama del sector, ya afectado por choques locales.
Finalmente, dice que calcula que el flujo de viajeros extranjeros que ingresen al país registre un crecimiento anual de 17% en 2023 y una contracción de 3% en 2024. Esta caída el próximo año está justificada por una tasa de cambio que se mantendría entre los 4.100-4.300 pesos por dólar.
