Bogotá — La transición energética es una prioridad para el Gobierno de Gustavo Petro en Colombia, pero es una apuesta que tiene muchos protagonistas alrededor del mundo, La penetración de los vehículos eléctricos en el mercado automotor es una pista cuál puede ser su futuro durante los próximos años.
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Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) planteó tres escenarios diferentes para el futuro de la adopción de vehículos eléctricos (EV) y sus implicaciones para la industria minorista de combustible hacia 2035.
El estudio, The EV Opportunity for Fuel Retailers, revela información clave acerca del cambiante panorama del transporte y el comercio minorista.
Según el informe, el primer escenario, denominado Fossil is King, prevé un incipiente mercado de electromovilidad en 2035, con una modesta cuota del 15% de este tipo de vehículos. En este escenario, tanto la infraestructura pública de recarga como la oferta minorista sigue siendo limitada.
En el segundo escenario, The Rise of EVs, los vehículos eléctricos se presentan como una amenaza al dominio de los combustibles fósiles, con una cuota de alrededor del 30% del parque automotor en 2035, y un mayor desarrollo de infraestructura.
La oferta de conveniencia en las estaciones de servicio es madura y continúa evolucionando hacia los alimentos frescos y hacia una experiencia personalizada, donde la visita de los consumidores no siempre se asocia a la recarga de combustible.
El tercer y más revolucionario escenario: Electric Dominance, anticipa un futuro en el que los vehículos eléctricos tendrían una cuota del 55% del parque automotor en 2035. En este panorama, la infraestructura de recarga se encuentra bien establecida y los e-trucks, junto con los vehículos autónomos, comienzan a ganar terreno.
En cuanto a la oferta de las estaciones de servicio, aunque pueda ser menos madura en este escenario, cuenta con un potencial de crecimiento significativo en visitas no asociadas con la carga de combustible o recarga eléctrica.
“La transición energética está transformando la calidad del aire al reemplazar combustibles contaminantes por alternativas más limpias, mejorar la eficiencia energética y optimizar la gestión de residuos urbanos. Estos cambios no solo reducen las emisiones, sino que también promueven un entorno más saludable y sostenible”, añadió Xavier Genis, Managing director and partner, Boston Consulting Group.
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En este análisis también se recogen variables que podrían alterar estos escenarios, incluyendo los cambios en el entorno regulatorio, el ritmo del desarrollo tecnológico y la evolución de los márgenes de combustible y carga.
Tres son los principales cambios con impacto variable de acuerdo con los escenarios antes descritos:
• A medida que aumente la penetración de los vehículos eléctricos, las ganancias derivadas de la venta de combustibles se verán disminuidos hasta en un 60%, aunque en muchos mercados se observan oportunidades que podrían compensar dicha caída.
En primer lugar, “la carga” se convertirá en un negocio en expansión con operadores de puntos de carga (un rol en el que los minoristas de combustible se encuentran muy bien posicionados) que capturarán más de la mitad de las ganancias totales asociadas a la carga.
En segundo, la oferta mejorada de las estaciones de servicio, que incluirá una amplia gama de alimentos frescos adaptados a las preferencias del mercado local, puede atraer a clientes que no visitan la estación para el abastecimiento de energía o combustible. Sin embargo, donde la penetración de los EV sea alta, la disminución del combustible será difícil de superar. En consecuencia, para 2035, las ganancias totales de los minoritas de combustible y conveniencia podrían reducirse en un 30%. Algunas estaciones de servicio cerrarán. En las áreas donde predominen los vehículos eléctricos, hasta una cuarta parte de los sitios pueden volverse no rentables y podrían cerrar para 2035.
El resto de los sitios evolucionarán. El formato correcto para las estaciones dependerá de la demanda de servicios energéticos (combustible y carga) y de la oferta de productos disponible en la estación.
“Para los mercados emergentes, es esencial adaptarse a la creciente presencia de vehículos eléctricos. Es fundamental realizar inversiones en infraestructura de carga, actualizar las estaciones de servicio y diversificar las ofertas de conveniencia para mantenerse competitivos y asegurar un futuro sostenible a medida que el mercado de combustibles cambia”, subraya Genis.
Por último, el estudio incide en la urgente necesidad de que los minoristas de combustible elaboren estrategias proactivas e inviertan en el futuro de su sector con miras hacia el 2035.
Al comprender las trayectorias potenciales de la adopción de los vehículos eléctricos y su impacto en el comercio minorista, las empresas pueden posicionarse para el éxito en un mundo cada vez más centrado en la electromovilidad.
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