Bogotá — Inteligencia artificial, blockchain, computación en la nube, big data o motores de decisiones, son algunas de las tantas tecnologías en las que vienen incursionando las fintechs y los bancos en Latinoamérica, con el propósito de revolucionar la forma en la que las personas y las empresas acceden, administran y utilizan los servicios financieros, lo que también, abrió una nueva oportunidad y a su vez un desafío para promover una mayor inclusión financiera en la sociedad.
Para muchos, en el sector, parte del avance de la inclusión financiera dependerá en gran medida de cómo las empresas se irán subiendo a la ola de la vanguardia tecnológica. Hace poco, un informe elaborado por la consultora McKinsey & Company, titulado: “Reimaginando el compromiso del cliente para el banco de IA del futuro”, encontró que el uso de Inteligencia Artificial podría reducir costos operativos en la banca mediante su implementación en distintas áreas. Según la estimación, podría alcanzar un ahorro a nivel global de US $7,300 millones.
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Este dato no es menor y demuestra cómo la aplicación de nuevas tecnologías podría disminuir los costos de entidades financieras, desarrollar nuevas estrategias e incluso llegar a nuevos sectores poblacionales. Para Ana María Portillo, cofundadora de Finaktiva, la tecnología sin duda ha impactado positivamente todos los sectores económicos del país, pero específicamente en el sector financiero, puesto que contribuyó para que las personas tuvieran mayor conocimiento sobre sus productos, puedan administrar de mejor manera su portafolio, tomar decisiones más informadas y tener mayor control sobre sus pagos y su deuda.
“Es una empresa completamente digital, que ha involucrado dentro de su plataforma, análisis de datos y scoring especializados, que le permite estudiar de mejor manera a sus clientes, ser mucho más flexible y entender mejor los negocios de las compañías que financia. Esto contribuye a eliminar barreras que muchas empresas encontraban al acercarse al sector financiero”, destaca Portillo.
Parte de esta evolución, le permitió a esta fintech, cerrar el 2022 con una comunidad de más de 7.000 compañías financiadas por US$800 millones, duplicando su crecimiento en comparación con el 2021.
Sin embargo, al igual que esta, otras fintechs han planteado la necesidad de integrar nuevas tecnologías disruptivas pensando en el futuro financiero, algunas de ellas se derivarán en temas de ciberseguridad, puesto que son entidades que manejan cada vez más datos financieros y personales y la seguridad cibernética se convierte, de esta manera, en un reto para la actualidad.
Asimismo, a medida que el ecosistema fintech crece, es cada vez más importante abordar la interoperabilidad entre diferentes plataformas y servicios o, impulsar el uso de IA en diferentes operaciones.
Para robustecer esa transformación tecnológica, será importante la presencia de diferentes fondeadores o recursos de fomento, programas de gobierno y de entidades privadas. Según Portillo, gracias a este capital, el cual aprovecharon desde su nacimiento con organizaciones como Ruta N e iNNpulsa, han podido validar su tesis de negocio y lograron consolidar una oferta de valor más potente para sus clientes.
La Banca de las Oportunidades en su reporte trimestral del mes de septiembre del 2022, señaló que las finanzas digitales en Colombia han logrado llevar la inclusión financiera al 92.1%; por esta razón, el objetivo del presente año se ha centrado en promover e incentivar el uso de otros productos financieros por medio de este ecosistema digital, sin embargo, lo cierto es que esto dependerá en gran medida de cómo avancen las fintechs en la carrera por conquistar la nuevas tecnologías la educación que se brinde a sus usuarios del uso de las mismas.