Bogotá — Los medios de compra de los consumidores cada vez evolucionan más. El acceso a Internet y la integración de tecnologías móviles en la cotidianidad, han traído consigo nuevas alternativas para los diferentes mercados, incluso para las ventas minoristas de snacks.
Y es que de acuerdo con información publicada en el más reciente informe State of Snacking, realizado por Mondelēz International y The Food Institute, se prevé que el comercio electrónico mundial crezca un 9,4% en 2024 y represente más del 20% de las ventas minoristas totales.
Ante este panorama, los comercios tienen la oportunidad de ofrecer diversas experiencias que permitan a los consumidores adquirir sus snacks favoritos en cualquier momento y lugar, proporcionándoles opciones de compra de fácil acceso y ofreciéndoles beneficios adicionales y personalizados.
Según el informe, los comercios están adoptando una estrategia integrada que ofrece una experiencia unificada, tanto en las tiendas físicas como en línea. Dicha integración va más allá de simplemente tener presencia en línea para las tiendas físicas, pues implica que ambos canales funcionen en armonía.
Lo anterior se logra facilitando las compras instantáneas, brindando servicios de entrega rápida y proporcionando opciones simplificadas de pago y recogida en tiendas físicas. Lo que hace que los usuarios pueden tener todos los servicios que requieren al instante.
En segundo lugar está el comercio contextual, que aprovecha las actividades cotidianas y las interacciones en línea de los consumidores como el uso de redes sociales, la visualización de vídeos o juegos.
Se realiza con el fin de hacer que las compras sean más pertinentes y eficientes, adaptando las experiencias a los contextos individuales de los consumidores con el apoyo de estrategias publicitarias. El informe revela que el 74% de los consumidores y el 84% de los Millennials y la Generación Z han comprado o comprarían un snack después de verlo en Internet.
Por último, se encuentra el comercio social, que fusiona las compras con las redes sociales, convirtiéndolas en una plataforma en la que los consumidores pueden descubrir y adquirir sus productos favoritos.
Por lo que las compras en directo se han hecho especialmente populares, combinando la transmisión de vídeo en directo con interacciones y compras en tiempo real. Para 2025, se espera que los ingresos mundiales generados por el comercio social superen los US$2 billones.