Bogotá — El presidente Gustavo Petro lanzó una nueva propuesta sobre Transmilenio: que se pague a través de una pequeña cuota en la factura de la luz cada mes el transporte público masivo.
Lo que dijo el mandatario a través de su cuenta oficial de X es: “una idea para las ciudades con transporte público masivo: ¿y si pagáramos a través de una pequeña cuota en la factura de la luz el transporte público cada mes y nos diera derecho a subirnos en cualquier bus todos los días y durante el tiempo que sea?” refiriéndose a Transmilenio.
A lo que agregó que “sería aparentemente, y realmente para muchos, un transporte gratuito, y su pago real estaría distribuido en toda la sociedad de las ciudades respectivas con el peso que se le da a los estratos en las facturas. Se podría establecer fácilmente un subsidio al transporte para estratos débiles económicamente, se acabaría la evasión en el sistema”
Y concluyó que “los pudientes, a lo mejor no usarían el transporte público pero subsidiarían a los menos pudientes. Las estaciones serían mucho más fluidas por ausencia del control de la tarjeta. No moriría gente evadiendo los controles. No habría déficits monumentales en las finanzas del transporte público”.
¿Qué dicen al respecto los expertos sobre subsidiar Transmilenio?
José Stalin Rojas, profesor y director del Observatorio de Logística y Movilidad del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, expresó que hay aspectos no claros de la propuesta se subsidiar Transmilenio:
“A pesar que no está soportada en estudios técnicos, esta propuesta no define si todos contribuimos por igual o será diferencial (según estrato). También, la propuesta supone que los costos de operación del sistema son estables y no se tendría que subir la contribución en el tiempo. Error: Los costos de operación del sistema de transporte suben y por tanto la contribución en el recibo de la energía subirá periódicamente”, dijo.
Por su parte, el exministro de Hacienda, Rudolf Hommes, indicó que es “mejor pagar el transporte con un aumento en el impuesto predial. Tendría un efecto distributivo importante. Hay que hacer los cálculos”.
Por otro lado, el también exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, calificó la propuesta como mala. Señaló que significa regalar el transporte urbano, “Colombia, entre muchos problemas, no tenía el de decirnos mentiras económicas. Cuando a la gente se le da un precio ficticio por lo que usa, se le dice una mentira. Y es estafa pagar por esas mentiras. Camino a Venezuela y Argentina”.
La concejal de Bogotá, María Fernanda Rojas, explicó que “el déficit del transporte público en Bogotá el año pasado fue de $2 billones. Se paga con recursos de la ciudad, o sea de los bogotanos. Este año se prevé que sea de $2.9 billones, que también se pagan igual. Desde hace tiempo pagamos, y muy caro, costos de transporte público”.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, sostuvo que es una buena idea y que en su administración ofrecen precisar los números y hacer el piloto para subsidiar Transmilenio. No obstante, resaltó que “no es viable pagar todo el transporte público con una sola fuente. Si fuera la energía, la “pequeña cuota” sería en promedio de $200.000 mensuales adicionales para cada hogar. Imposible. Hay que combinar varias fuentes: del Gobierno Nacional, los gobiernos locales y los hogares”.
A lo que agregó que “lograr acceso universal en el transporte público ya está definido por el Distrito como meta a lograr al 2030, pero si la podemos anticipar mucho mejor. Vamos a hacer los cálculos con diversas fuentes, partiendo de cumplir los compromisos que hicimos en su Plan Nacional de Desarrollo, más lo que contempla el Plan de Movilidad Sostenible y Segura de Bogotá Región, y le hacemos una contrapropuesta concreta para que empecemos desde ya”.
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