Bogotá — Subsidiar los combustibles le ha representado a Colombia un gasto billonario en los últimos años, casi $50 billones en total entre 2021 y 2023. Sin embargo, solo hasta 2025 esa cuenta dejaría de ser un “dolor de cabeza” para las cuentas públicas, según estimaciones recientes del Ministerio de Hacienda en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).
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El gasto total estimado para cubrir el fondo que subsidia los precios de los combustibes en Colombia ha sido fuente de amplias discusiones porque son recursos que están mal focalizados, que terminan beneficiando principalmente a las personas de más altos ingresos. Para tener una idea más clara, ese monto total es casi tres veces lo que recaudaría la reforma tributaria de Gustavo Petro aprobada en 2022 ($17 billones).
De acuerdo con datos del Dane, expuestos en el MFMP, los combustibles líquidos representan de forma directa para los hogares de ingresos altos 3,4% de su consumo total, mientras que para los hogares en condición de pobreza solo 1,23%. Además, estimaciones del Minhacienda “evidencian que los dos deciles de mayores ingresos reciben más de la mitad del subsidio implícito total que se otorga por medio del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles - FEPC (54,6%), mientras que los dos deciles de menores ingresos solamente reciben el 4,5%”.
Según las cuentas del Ministerio de Hacienda, en 2024 el país lograría cerrar el hueco que se ha generado en el FEPC, pero sería desde 2025 cuando el balance de este fondo deje de ser una carga para las cuentas públicas.
Para ir cerrando ese déficit en el FEPC, el Gobierno empezó a subir los precios de la gasolina desde octubre de 2022. A junio, el aumento de los precios supera los $2.600 por galón, lo que ha llevado a que el precio promedio del galón de gasolina se encuentre en $12.364.
Según el MFMP, “desde octubre de 2022 hasta junio de 2023 se ha incrementado $2.603/galón el precio de la gasolina y $305/galón el de ACPM, lo que ha generado ahorros de $5 billones en el déficit proyectado por el FEPC para 2023, de los cuales 92,2% son por los ajustes de GMC y el 7,8% restante por los de ACPM”.
Los expertos del Ministerio de Hacienda agregan que en 2023 continuarán los incrementos en los precios de la gasolina y se espera que durante 2024 estos se mantengan estables. Sin embargo, desde el próximo año se empezarían a subir los precios del ACPM.
“Este escenario se traduce en la puesta en marcha, implícitamente, de un esquema de subsidios cruzados para el consumo de combustibles en 2024, en donde se genera un diferencial de participación (superávit) en gasolina y compensación (déficit) en ACPM”, dice el documento del MFMP.
Con base en lo expuesto, aseguran que dicho esquema “permite financiar temporalmente un subsidio implícito en el consumo de ACPM, lo cual se justifica en la mayor incidencia del ACPM sobre la estructura de costos del sector productivo, y su incidencia distributiva menos regresiva, que en el caso de la gasolina”.
Así las cosas, “se eliminará en su totalidad las presiones de gasto que genera el FEPC al Gobierno Nacional Central (GNC) a partir de 2025. En agregado, el diferencial de participación (superávit) en gasolina durante la vigencia 2024 equivaldría al 7,6% del total del subsidio que otorgaría el Gobierno nacional entre 2021 y 2024″.
Sin embargo, se expone un riesgo. En caso de que haya menores incrementos a los previstos en los precios de los combustibles “implicarían un aumento del déficit del FEPC y por tanto una menor disponibilidad de recursos para atender políticas sociales prioritarias”.
Por último, cabe mencionar que a inicios de mayo de este año el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que el subsidio a los precios de los combustibles es un riesgo para cumplir con la regla fiscal.