Bogotá — A la actual Junta del Banco de la República le quedan tres decisiones de política monetaria y Roberto Steiner no descarta que pueda ser él uno de los que salga del órgano colegiado a petición del presidente Gustavo Petro.
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Hay que tener presente que la ley le permite al presidente de Colombia elegir dos integrantes de la Junta Directiva del Banco de la República cuando ha transcurrido la mitad de su periodo presidencial. Es así como a más tardar en febrero Petro nombrará a dos de su preferencia y en consecuencia dos de los actuales saldrán.
Durante el foro de perspectivas económicas de Corficolombiana el codirector Steiner aseguró que “es obvio que va a nombrar personas cercanas (a Petro) con una visión de lo económico distinta a la de las personas que van o vamos a salir”.
Pero más allá de si sale o no, a Steiner no le preocupan los nombres que puedan llegar y, de hecho, asegura que “le darán legitimidad a la política del banco”.
Insisten en que “el actual presidente recibió un banco en el que todos los codirectores los nombró el pasado gobierno. Es natural que tenga animadversión a esa institución, y va a ser mucho menor cuando él haya nombrado a una parte importante del directorio”, explicó Steiner.
El codirector sostiene que por más que llegue alguien “pensando muy distinto” existe una institucionalidad que permite al banco enfocarse en su mandato constitucional que es “mantener el poder adquisitivo de la moneda”.
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Octubre no será tan dulce
Steiner entró en la discusión sobre si la Junta debe o no bajar más de 50 puntos básicos como lo ha pedido el sector privado y el Gobierno Nacional.
Sin embargo, enfatizó en que “la cautela es la que nos ha traído hasta aquí”, y posteriormente recalcó que, si bien la inflación ha cedido, “está muy temprano para cantar victoria”.
En los cálculos de Steiner el dato de inflación, que acumula dos meses con datos positivos, podría ser menos agradable en octubre por un efecto base.
“En octubre del año pasado no se aumentó el precio de los combustibles. Había elecciones, entonces ese efecto base que ha beneficiado la inflación todos estos meses no va a estar”, dijo el codirector.
Asegura que la discusión no se debe centrar en si la Junta debe bajar 75 o 50, sino en tomar una decisión que no le implique revertir después. “Sí soy un firme convencido de que no las debemos bajar para volverlas a subir”.
Además, el codirector es crítico de quienes aseguran que la Junta “se durmió” por no bajar tasas más rápidamente, y explica que Colombia va a un ritmo muy similar al que implementó Brasil y México, países con situaciones fiscales muy parecidas a la colombiana.
“Podríamos tener una política monetaria menos contractiva si la situación fiscal fuese distinta, pero la situación fiscal es la que es, y es un insumo para las decisiones de la autoridad monetaria”, explica Steiner.
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Incluso, explica que hay que evitar lo que le pasó a Brasil y es que empezó a bajar las tasas de interés, “se le fue la mano y ahora las ha tenido que subir y la expectativa es que las siga subiendo”.
Steiner advierte que Colombia viene en un sendero fiscal muy preocupante desde hace mucho tiempo e insiste en que el proyecto de acto legislativo que modifica el Sistema General de Participaciones agravará esa situación.
Concluyó insistiendo en que la tasa de política monetaria es alta, pero viene en una tendencia decreciente. “Es elevada, pero no por negligencia ni porque nos quedamos dormidos, es elevada porque la inflación y sus expectativas todavía están por encima de la meta”.
Además, aclaró que si los bancos comerciales están bajando tasas más rápido que el banco central, es porque “están creyendo en lo que se está haciendo”.
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