Bogotá — Pasaron 17 años para que un presidente declarara el estado de conmoción interior en Colombia, y 23 para que sucediera por temas de orden público. Aún sin conocerse el decreto puntual, hay dudas de la legalidad de la medida tomada por Gustavo Petro y de sus posibilidades de sobrevivir tras el estudio de constitucionalidad en la Corte.
Tan pronto como se conoció la decisión del presidente Petro surgieron las críticas. Uno de los que cuestionó la decisión fue el expresidente Juan Manuel Santos, quien aseguró que no hay justificación para la declaratoria.
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El estado de conmoción interior está consagrado en el artículo 213 de la Constitución Política de Colombia, pero para poder acceder al mecanismo se deben cumplir varios criterios que serán los que la Corte Constitucional definirá si están o no acreditadas.
“¿Van decenas de muertos y no hay justificación para conmoción interior? Así estamos acostumbrados a la muerte. ¿Prefieren debilitar al Gobierno que detener el narco?”, aseguró el presidente ante los cuestionamientos de si la conmoción interior es o no el mecanismo adecuado para enfrentar la crisis en el Catatumbo.
Lo que dice la Ley
El estado de conmoción interior, delimitado en el artículo 213 de la carta magna le permite al presidente emitir decretos con fuerza de ley para enfrentar la crisis de violencia.
Este estado de excepción tiene una duración inicial de 90 días y puede prorrogarse hasta dos veces con la aprobación del Senado de la República.
La última vez que se declaró la conmoción interior fue en 2008, durante el segundo gobierno de Álvaro Uribe, en el marco de un paro judicial.
Juan Manuel Charry, abogado constitucionalista, asegura que para determina su validez jurídica lo primer es determinar que los hechos que la motivan “no hayan sido previsibles”.
En ese sentido, el abogado explica que “al existir unas negociaciones de paz con el ELN ¿Es o no es previsible que esos diálogos se rompan? dicho en palabras sencillas, es impredecible que se rompan si no prosperan y es impredecible que un grupo guerrillero haga operativos militares y altere el orden público”.
Adicionalmente, advierte que las motivaciones con las que el Gobierno justifique la conmoción interior serán determinantes porque, además, existieron alertas de la Defensoría del Pueblo sobre la situación en la zona.
Charry también explica que otro de los requisitos que evaluarán los magistrados de la Corte Constitucional es que la legislación ordinaria no sea suficiente para enfrentar el problema.
Revivir fracasos del Congreso
Para la oposición al Gobierno de Gustavo Petro, la declaratoria de conmoción interior y emergencia económica podría tener como finalidad la de expedir vía decretos con fuerza de ley los proyectos que el Ejecutivo no ha logrado aprobar a través del Congreso.
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“Presidente Petro, no intente revivir la reforma tributaria que el Congreso ya rechazó, aprovechándose de la delicada situación del Catatumbo. Si va a utilizar los estados de excepción, concéntrese en resolver la crisis humanitaria y empodere y apoye a la fuerza pública para retomar el control del territorio”, aseguró el exministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, de quien se dice podría estar interesado en ser candidato presidencial por el Parido Conservador en las elecciones de 2026.
Para Angélica Lozano, senadora de la República, el Gobierno tendrá un reto complejo que es demostrar que la conmoción interior y la emergencia económica están dentro del marco normativo.
“Una lectura básica de la Constitución indica que es difícil justificar ambos estados de excepción con base en los mismos hechos. La emergencia económica no puede decretarse por las mismas razones que fundamentan la conmoción interior”, aseguró.
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Incluso, otros opositores al presidente le han recordado que cuando fue opositor de Iván Duque, rechazó que en el ambiente público se debatiera la idea de convocar la conmoción interior por el estallido social de 2021.
Humberto de la Calle, quien en el pasado ha sido crítico del presidente aseguró que sí hay lugar para la declaratoria de los estados de excepción a los que acudió el presidente.
“Claro que el Gobierno ha cometido errores. Pero estamos en presencia de una catástrofe humanitaria. El descontrol territorial ahora es un tema de soberanía. No puede ser buena la conmoción para los suyos, pero si es Petro el gobernante, entonces se paraliza la Constitución ante la emergencia. No se puede decir a la vez que esto se extraordinariamente grave pero que sólo se utilicen normas ordinarias de policía. Esta es una verdadera conmoción nacional que debe examinarse con sentido de Nación y de grandeza. Obviamente, corresponde al Congreso y la Corte frenar posibles desafueros y examinar la necesidad de esas hipotéticas normas que aún no conocemos”.