Bogotá — Colombia tuvo en abril la primera buena noticia de inflación en casi dos años. Los alimentos tuvieron una variación negativa durante el mes y el alza acumulada de 12 meses por fin fue menor que la del mes anterior. Sin embargo, en el horizonte hay alarma por el Fenómeno de El Niño y el impacto que pueda tener este en los precios de los servicios públicos.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos, uno de los organismos más confiables de pronóstico del tiempo del mundo, emitió su estimación sobre la probabilidad de ocurrencia de este fenómeno climatológico.
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De acuerdo al comunicado oficial de NOAA, hay una probabilidad de ocurrencia de El Niño global con magnitud moderada mayor al 80 %, pues el calentamiento del océano Pacífico cerca de la costa de Sudamérica sigue siendo “sorprendente”.
El pasado jueves 11 de mayo la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, aseguró durante el congreso de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía (Acolgen) que el país “estaría preparado para enfrentar un fenómeno de El Niño”. Las empresas del sector tienen algunas preocupaciones al respecto.
Según Vélez, las reservas hídricas en Colombia son hoy en día de 10 puntos más que las que existían cuando se presentó el fenómeno del 2015 y de 17 puntos más si se compara con El Niño que afrontó el país en 2010.
“La capacidad de generación hidráulica es de 12,54GW, la térmica es de 6,06GW y las plantas eólicas y solares hoy generan 0,40GW”, explicó la ministra Vélez.
Pese a ello, Natalia Gutiérrez, presidente de Acolgen, aseguró que “la demora en la entrada de proyectos, que el país tiene energía atrasada y todo esto estresa el sistema, más aún cuando puede haber un Fenómeno de El Niño”.
La ministra Vélez también destacó que ahora hay proyectos de generación renovable en la matriz energética, lo que diversifica las fuentes de energía, que los embalses están en su punto más alto de los últimos 20 años y que en los últimos 17 años, el sistema ha recibido $68,3 billones por el cargo de confiabilidad por lo que, en caso de ser necesarias, las termoeléctricas deberían estar listas para funcionar.
Durante el Congreso de Acolgen, Gutiérrez explicó que el estrés del sistema puede llevar al incremento de las tarifas, aunque advirtió que sin conocer la magnitud del evento climático y las condiciones en las que el país lo afronto no se puede establecer en qué proporción se incrementarían las facturas.
No obstante, no se debe perder de vista que en 2016, durante la crisis energética que desató El Niño de ese entonces, se generó una polémica por el uso de dicho cargo por confiabilidad, polémica que terminó costando el puesto al entonces ministro, Tomás González.
Tras su salida de la cartera, el presidente de Colombia en 2016, Juan Manuel Santos, aseguró que “El ministro González ha aceptado la responsabilidad por la demora en estas medidas de ahorro y ha presentado su renuncia. Como Presidente también hubiera preferido que este paquete de medidas la hubiéramos tomado con anterioridad. (…) He decidido, muy a mi pesar, aceptar la renuncia al Ministro de Minas y encargar a la Ministra de la Presidencia, María Lorena Gutiérrez”, dijo.