Bogotá — Inició la cuenta regresiva para terminar este 2023 y desde ya empieza a calentarse la discusión de cuánto debe ser el aumento del salario mínimo para el próximo año. Lo anterior, en medio de una desaceleración de la economía, marcada por una inflación que aunque ha cedido terreno, sigue lejos del rango meta del Banco de la República.
Será la segunda vez que el Gobierno Petro, en cabeza del Ministerio del Trabajo, enfrente el debate, donde hay un precedente: en diciembre de 2022 se logró un acuerdo entre el Ejecutivo, los trabajadores y los empresarios, que acordaron un porcentaje de aumento del 16% ubicándose en $1.160.000 y de 20% el auxilio de transporte, ubicándose en $140.606.
“Nuestra recomendación es que el aumento del salario mínimo sea lo más cercano posible a la inflación de este año, en la medida en que, a diferencia de los dos años anteriores, en donde el salario mínimo aumentó bastante por encima de la inflación, no existe mucho espacio desde el punto de vista de la capacidad de generación de empleo porque este año el crecimiento es mucho más bajo (en 2021 fue superior al 11% y en 2022 por encima de 7%, y este año apenas el 1,5%) y tampoco hay mucho espacio en materia de inflación. Estamos en una economía que no crece mucho pero que mantiene un crecimiento alto de los precios”, enfatizó Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Y en esa línea, recordó que que el salario mínimo, como siempre, debe considerar dos elementos fundamentales. “El primero, la inflación causada a lo largo de este año. La expectativa que tenemos, en la última encuesta de opinión financiera, es que la inflación en diciembre podría cerrar alrededor de 9,6%. Y por otro lado, cuál va a ser la evolución del crecimiento y la productividad laboral, el Dane anunciará ello este mes, pero seguramente no será muy alta porque estamos en una fase de desaceleración económica que hace difícil que la productividad esté creciendo a tasas relativamente altas”.
Por su parte, José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas Corficolombiana, le dijo a Bloomberg Línea que “es muy probable que el aumento del salario mínimo esté por encima del 10%. No debería estar muy encima de esa cifra. La cifra de productividad será clave. Este año hemos visto una desaceleración en actividad con empleo creciente”.
La proyección que hace Scotiabank Colpatria es un aumento de 11% en el salario mínimo para 2024. “A finales de noviembre, iniciarán las negociaciones sobre el ajuste del salario mínimo para el próximo año. Esta decisión no solo afectará a las personas que tienen este ingreso, sino también a los precios de la economía, como las tarifas de peajes y la administración en propiedades horizontales, que suelen ajustarse con el aumento del salario mínimo. Comprender estas negociaciones es fundamental para los ciudadanos colombianos en 2024″, comentó Sergio Olarte, economista de esta entidad financiera.
Para los empresarios debe haber un equilibrio. María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, Amcham Colombia, mencionó que “es imperante que exista una articulación entre el Gobierno Nacional y los nuevos mandatarios regionales con el propósito de establecer planes estratégicos, y con necesidad departamental, para fomentar la empleabilidad. Con un 2024 retador se hace indispensable hacer un llamado para que se haga un aumento del salario mínimo responsable. Un alza desmedida solo desincentivará la capacidad de generar empleo y, al tiempo, encarecerá el nivel de vida”.
¿Qué ha dicho el Gobierno Nacional?
La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, se pronunció recientemente sobre la discusión que está por iniciar: “trabajamos con la estadística de la inflación del 30 de noviembre, pero desde luego empezaremos antes para ir haciendo con la mesa de concertación los estudios preliminares, que nos permitan tener unas reflexiones mucho más profundas, allí tendremos la posibilidad de escuchar la propuesta de los empresarios, sus análisis, lo mismo la de los trabajadores, llevaremos la academia y desde luego el Gobierno también hará sus análisis y desde allí esperamos concertar un salario mínimo que nos permita mantener el valor adquisitivo que este año ha sido una muy buena apuesta y avanzar para que efectivamente Colombia no sea tan impactada ni por la inflación ni por las tasas de interés”.
La jefe de esta cartera resaltó que gracias a las medidas adoptadas en la negociación del salario mínimo para el presente año se ha logrado mantener un incremento real de más del 4%, mientras que para el año 2022 esta cifra fue negativa.
“La desindexación fue una medida que nosotros tomamos para preservar el valor adquisitivo del salario y eso es lo que ha ocurrido. Hoy nuestro salario tiene 4 puntos de aumento real y esto lo que significa es que no ha sido consumido por el costo de la inflación y por eso hoy todavía tenemos un valor adquisitivo protegido y esperamos que esta experiencia tan buena de la mesa de concertación que fue unánime, podamos trabajarla para el próximo año”, dijo Ramírez.
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