Bogotá — Las negociaciones de salario mínimo en Colombia para 2025 están estancadas, todo apunta a una definición por decreto en manos del presidente Petro, y eso le viene inyectando presión a la inflación del próximo año.
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En Colombia la inflación acumulada se ha situado muy por debajo de las expectativas debido a los precios de alimentos y servicios públicos. Los riesgos previstos hace tres meses (impacto negativo de La Niña y aumento en el precio del diésel) no se materializaron.
Sin embargo, para Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital el comportamiento del peso, la negociación del salario mínimo, los factores climáticos y los precios de los combustibles (diésel y gas) los principales factores a monitorear de cara a la inflación de 2025, y por ello, y los riesgos que ve alrededor, su proyección es de 4% para final del año que viene.
Entre tanto, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, advirtió que “aunque en 2024 mostró una mejora en crecimiento e inflación en comparación con el año anterior, Colombia se ubicará este año en la posición 139 entre 190 países en términos de crecimiento económico, según cálculos del Fondo Monetario Internacional”.
Hay que recordar también que la concertación salarial se sigue dando mientras el Congreso de la República realiza sesiones extra para aprobar las reformas del Gobierno, entre ellas de laboral y la de salud.
Al respecto, el presidente Petro dijo tras el fracaso de su equipo económico en el trámite de la reforma tributaria que si no se aprueba la reforma laboral “se compensará a los trabajadores a través del salario mínimo”.
Recientemente Colombia figuró como la sexta economía con mejor desempeño dentro de los países de la OCDE, sin embargo, el dato a secas puede ser mentiroso.
“Nuestro grupo de comparación relevante no es el de las economías avanzadas, que justamente por su alto nivel de desarrollo crecen poco, apenas un 1,8% este año. Como país debemos trabajar en superar el crecimiento de las economías emergentes, que este año y el próximo será del 4,2%”, dijo Mejía.
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Último round el viernes
El Gobierno tendrá el viernes una última oportunidad para convencer a la Junta del Banco de la República de acelerar los recortes de las tasas de interés en 2024.
Diego Guevara, debutante ministro de Hacienda, tendrá que encontrar los argumentos para que con un salario mínimo aún en el limbo, los codirectores se animen a recortar las tasas en, por lo menos, 75 puntos básicos.
Hay que tener presente que la indexación de precios en Colombia es una de las razones que ha mantenido frenada a la Junta en su propósito de recortar tasas, pues si el incremento salarial supero lo considerado correcto, el efecto puede darse sobre la inflación lo cual afectaría su convergencia a la meta.
Pero también hay que precisar que para el banco central colombiano no solamente la inflación y el salario mínimo están siendo objeto de estudio, el frente fiscal, en el ojo del huracán por estos días, es otro de los temas clave en la discusión de política monetaria.
“Si bien hace unos meses consideramos que el Banco de la República podría acelerar el ritmo, los miembros de la Junta han mantenido un enfoque cauteloso debido principalmente al aumento de los riesgos fiscales y su impacto sobre el tipo de cambio y la prima de riesgo, lo que podría generar presiones inflacionarias”, concluye Velandia.
