Bloomberg Línea — El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó su carta de renuncia al presidente Gustavo Petro. Lo hizo apenas horas después de que el mandatario colombiano le solicitara su paso al costado.
“Considero que ha llegado la hora de asumir con mi equipo jurídico mi defensa como ciudadano, desprovisto de mi condición de funcionario público, para concentrarme en el proceso y evitar cualquier daño al devenir del Gobierno en su agenda pública”, dice la misiva enviada por Bonilla al presidente Petro.
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Bonilla fue salpicado en el mayor escándalo de corrupción del Gobierno actual, en torno a la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD), y los implicados en el caso lo han señalado de aprobar la compra de votos favor de las iniciativas del gabinete de Petro en el Congreso. La moneda de cambio presuntamente fue la entrega de contratos en las regiones.
“Me retiro con la frente en alto, confiado de convencer a mis investigadores de que no compré silencios, ni votos de congresistas, ni cupos indicativos, ni cometí delito alguno en provecho personal”, agrega.
En la renuncia irrevocable, Bonilla afirmó que dejó al país fiscalmente estable y a sus finanzas en “buena salud”. Además, le deseó éxitos al Gobierno en su recta final, “consolidando el inicio de una Colombia con más inclusión y menor desigualdad”.
Entre quienes reaccionaron a la renuncia sobresale el presidente del Senado, Efraín Cepeda. “Solo esperaría que se nombrara rápidamente un nuevo ministro para no afectar mercados internacionales ante un tema de inestabilidad como ese”, dijo a la prensa cuando fue consultado por el tema.
La renuncia de Bonilla se da en un momento clave para el Gobierno, que busca en el Congreso la aprobación de una reforma tributaria, o ley de financiamiento, por COP$12 billones, que a su vez están contemplados en los COP$523 billones del Presupuesto General de Nación para el 2025.
Petro pidió la renuncia, aunque confía en la inocencia de Bonilla
El presidente Gustavo Petro, que siempre respaldó la gestión de Ricardo Bonilla como ministro de Hacienda y además defendió su inocencia, fue quien le pidió su carta de renuncia, a través de una extensa publicación en su cuenta en X.
El mandatario colombiano fue categórico en escribir: “Espero su renuncia, no porque crea que es culpable, sino porque lo quieren despedazar por ser leal al programa de Gobierno y quieren derribar inconstitucionalmente ese Gobierno”.
La polémica alrededor del ministro se atizó el viernes, 29 de noviembre, cuando Noticias Caracol reveló el testimonio de una exasesora de su despacho, María Alejandra Benavides, ante la Fiscalía.
“Fiscal, yo insisto, todo, absolutamente todo, todo necesitaba autorización. Todo necesitaba que él supiera. Yo no lo hacía sola”, dijo Benavides, asegurando que Bonilla estaba al tanto de los puentes que estableció con algunos congresistas, específicamente los de la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, para que aprobaran cupos de endeudamiento y cuantiosos préstamos a la nación a cambio del favorecimiento con contratos.
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Bonilla también le habría delegado la tarea de comunicarse con el exdirector de la UNGRD, Olmedo López, y el subdirector de esta entidad, Sneyder Pinilla, quienes están compareciendo ante la justicia por este mismo escándalo de corrupción.
“Él me usó, él usó el hecho de ser ministro de Hacienda, que a él no le importaba el costo que tenía que pagar. Eso lo necesitaban allá adentro”, agregó Benavides.
