Bogotá — El conflicto en Oriente Medio, la guerra de Rusia con Ucrania, una guerra comercial entre Estados Unidos y China. La geopolítica no debería ser necesariamente una fuente de preocupación para los inversores, pero en 2024 tiene todo el potencial de traducirse en volatilidad del mercado.
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De acuerdo con la última encuesta Global Fund Selector Outlook, de Natixis Investment Managers, mientras que la “recesión” encabeza la lista de amenazas económicas, los selectores de fondos sitúan a la “guerra y el terrorismo” en segundo lugar. Y aunque el 57 % cree que el impacto económico si el conflicto de Oriente Medio se contiene, al 43 % le preocupa que los efectos sigan repercutiendo en los mercados mundiales en 2024.
Asimismo, Corficolombiana indicó que los mercados de renta fija vienen registrando desvalorizaciones importantes en las últimas semanas, impulsadas básicamente por un nuevo ajuste en las expectativas sobre las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal en Estados Unidos.
Además, que el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años llegó recientemente a 4,7%, lo que representa un incremento de 50 puntos básicos en el último mes y de 90 puntos básicos en lo corrido de 2024.
“Casi todos los riesgos geopolíticos conducirían a una mayor inflación”, dijo François Collet, CIO adjunto de renta fija de DNCA, filial de Natixis Investment Managers. Y agregó que “ya sea una guerra comercial entre Estados Unidos y China, o una explosión del conflicto de Oriente Medio, todo conduciría a una mayor inflación. Creo que es clave tratar de protegerse contra eso”.
Por otra parte, Andrea DiCenso, gestora de carteras de Loomis Sayles, comentó que la capacidad de China para influir en el crecimiento mundial y reavivar la inflación mundial es algo que debemos tener en cuenta cuando pensamos en nuestras interacciones bilaterales con ellos. “Esta influencia podría interrumpir la tendencia desinflacionaria por la que los bancos centrales han estado trabajando duro”.
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Del mismo modo, la probabilidad de que el activo se comporte muy por debajo o muy por encima de su rentabilidad media pasada sigue quitando el sueño a los gestores de renta fija. “El riesgo geopolítico ignora totalmente a los participantes del mercado hoy en día, pero sabemos que de la noche a la mañana puede cambiar drásticamente”, destacó Philippe Berthelot, CIO de Crédito y Mercados Monetarios de Ostrum.
No obstante, aunque los riesgos geopolíticos son notoriamente difíciles de predecir, los gestores activos de renta fija tienen muchas herramientas disponibles para ayudar a tratar de mitigar el impacto potencial en las carteras.
“Tratamos de diversificar las carteras y encontrar ideas equilibradas”, dijo François. “Por ejemplo, el aumento de las tensiones globales debería ser favorable para el dólar estadounidense, por lo que una forma de protegernos contra un aumento de las tensiones geográficas es estar en el dólar estadounidense”.
En ese sentido, Andrea explicó que “hay un beneficio de diversificación y un beneficio activo que se obtiene de su gestor activo, que puede inclinar la cartera hacia abajo o hacia arriba en calidad a medida que el contexto macroeconómico está cambiando, ya que la volatilidad macro está aumentando o disminuyendo y eso ha sido un viento de cola para las carteras de los inversores en el lado activo”.
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Además, en un entorno de inflación creciente, después de un período prolongado de tipos bajos o incluso negativos, un gestor activo puede aprovechar la ventaja haciendo del “carry” (la ganancia obtenida de mantener un bono después de considerar el coste de financiación) un componente clave de la rentabilidad de un bono.
En palabras de Philippe, “el nivel de rentabilidad que tenemos a ambos lados del Atlántico es jugoso, a pesar del repunte del año pasado en la renta fija que todavía puede beneficiar a los máximos históricos de los rendimientos de los bonos soberanos o a los rendimientos de los bonos de grado de inversión y high yield en Europa, que no han sido tan altos en los últimos 10 años”.