Bogotá — Aunque la reforma a la salud que radicó el Gobierno Petro la semana pasada no difiere sustancialmente de la que ya se cayó en el legislativo una vez, su aprobación está en veremos y los cuatros debates que debe surtir no estarán fáciles. Expertos indican que el proyecto no tuvo consenso y que, en vez de mejorar el sistema, su implementación resultaría peligrosa. Así está el ambiente:
Ver más: Gobierno Petro radicó nueva reforma a la salud: este es su contenido
Alejandro Gaviria, exministro de Salud y de Educación, expresó que en la reforma no hay acuerdo ni concertación y que, en esencia, es la misma versión que había hundido el Senado de la República el semestre pasado. “El acuerdo nacional parece, en este contexto, simplemente un simulacro”.
Frente al contenido de la iniciativa, explicó que desvía una parte importante de los recursos públicos destinados a pagar tratamientos y medicamentos a hospitales públicos ineficientes. “Si hoy tenemos problemas en la entrega de medicamentos, no me quiero imaginar lo que pasará si la reforma se aprueba”.
Asimismo, que los cálculos financieros de la reforma subestiman el crecimiento del gasto en salud y que no tienen en cuenta los factores objetivos del cambio en la demografía, el envejecimiento de la población, la presión tecnológica y las mayores demandas de la sociedad.
“Esta reforma terminará con un sistema de salud mucho más segregado, lo que es paradójico en un gobierno de izquierda, mucho más ineficiente y probablemente también con mucha más corrupción. Si el Congreso de Colombia no introduce algunos cambios, las consecuencias sobre la salud de los colombianos de esta nueva reforma a la salud serán nefastas”, enfatizó Gaviria.
Recordemos que uno de los puntos más debatidos en el proyecto que se hundió, liderado por la primera ministra de Salud del Gobierno Petro, Carolina Corcho, fue la ausencia de un aval fiscal. Pues bien, en esta ocasión, la reforma radicada trae un concepto del Ministerio de Hacienda que indica que el impacto fiscal estimado del proyecto “puede incorporarse de forma compatible con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, manteniendo la sostenibilidad del Sistema General de Seguridad Social en Salud y de las finanzas públicas en la medida en que las obligaciones corrientes del sector salud acumuladas, al cierre de 2024, sean cubiertas según la priorización y definiciones que al respecto realice el Ministerio de Salud”.
Asimismo, señala que “se advierte que en cuanto ya no se diferencia claramente entre Regímenes (contributivo y subsidiado), se podrían modificar las transferencias que realiza la Adres a la Superintendencia Nacional de Salud”.
Ver más: Así está la agenda del Congreso para lo que resta de 2024: Petro se juega estas cartas
Al respecto, Norma Hurtado, senadora del Partido de La U, manifestó que “para las cuentas de tienda de barrio que maneja el Ministerio de Salud, es demoledor que el Minhacienda condicione el aval fiscal de la reforma a la salud a estar a paz y salvo con las deudas corrientes acumuladas al cierre de 2024″.
Y le lanzó un interrogante al ministro de Salud, Guillermo Jaramillo: “¿Cómo planea saldar esas deudas cuando el sistema cerrará 2024 con un déficit de aproximadamente COP$5,3 billones solo en aseguramiento y COP$819.000 millones en deudas por presupuestos máximos de 2022, entre otras? ¿La reforma tributaria entera será para usted? Y le quedaría faltando...”
Por otro lado, María Claudia Lacouture, exministra de Comercio y actual presidenta de Amcham Colombia (Cámara de Comercio Colombo Americana), indicó que si bien el proyecto es importante, hoy el sistema de salud enfrenta urgencias inmediatas. “Antes de debatir grandes cambios, es vital inyectar recursos para salvar vidas y evitar el colapso. La prioridad debe ser estabilizar la financiación, asegurar pagos a las EPS y garantizar el funcionamiento de hospitales y clínicas”.
El contenido de la reforma
-Pagador único: la ADRES gestionará todos los fondos y pagará directamente a los hospitales y clínicas, eliminando intermediarios
-Historia clínica interoperable: la interoperabilidad de las historias clínicas, lo que, indica el Gobierno, facilitará el acceso a la información médica y mejorará la continuidad de la atención
-Pagadores visibles para los actores del sistema, permitiendo la supervisión ciudadana y la destinación de los recursos
-Auditorías exhaustivas: tanto las Gestoras de Salud y Vida como ADRES realizarán auditorías constantes para verificar la autenticidad de los servicios prestados y prevenir fraudes
-Atención especializada para enfermedades de alto costo: se implementarán programas específicos para tratar enfermedades raras o de alto costo, asegurando el acceso a tratamientos adecuados
-Capacitación continua del personal de salud: los profesionales recibirán formación constante para mejorar su capacidad de ofrecer atención de alta calidad
-Auditoría de calidad: todos los servicios prestados estarán sujetos a auditorías rigurosas para asegurar el cumplimiento de los más altos estándares de calidad
Ver más: Tributaria de Petro acaba régimen Simple y sube renta a personas naturales
-Estrategias preventivas y predictivas: el sistema identificará y gestionará de manera anticipada los riesgos de salud, adaptando los servicios a las necesidades de cada población
El Ministerio de Salud refirió que la reforma implementará un enfoque territorial y diferencial, estableciendo redes integradas de servicios que asegurarán la cobertura de atención primaria en todo el país.
Además, que los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) y los Equipos de Salud Territorial estarán en primera línea, brindando atención cercana a las comunidades, reduciendo inequidades y respondiendo eficazmente a las necesidades locales.
“La transformación de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) en Gestoras de Salud y Vida mejorará la coordinación y eficiencia en la prestación de servicios, reduciendo los tiempos de espera y facilitando el acceso a la atención médica para millones de colombianos que hoy enfrentan dificultades”, destacó la cartera.