Bogotá — La reforma a la salud que rediseña el Gobierno Petro para presentar al Congreso está generando grandes críticas por cuenta del aval fiscal que requiere para ser viable económicamente. El proyecto se tramitaría de forma exprés en Congreso y marcará el futuro de la segunda mitad de la presidencia de Petro.
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Hay que tener presente que el Senado de la República ya le hundió al Gobierno de Petro un proyecto de reforma a la salud por considerarlo inconveniente para pacientes, médicos e, incluso, las arcas del Estado.
Desde el momento en que fracasó el trámite legislativo de la reforma a la salud se supo que el Gobierno buscará presentar un nuevo proyecto, pero una parte de los reparos que había con la propuesta, aún persiste.
Triunfo jurídico de la oposición
Hace apenas unas semanas la Corte Constitucional se pronunció ante una demanda de la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, contra la creación del Ministerio de la Igualdad, el cual iba a ser liderado por la vicepresidenta, Francia Márquez.
El alto tribunal aseguró que, para el momento de la creación de la cartera, el Gobierno Nacional nunca presentó el estudio de impacto fiscal del proyecto.
“Se trata de una norma básica de responsabilidad con el país: cada vez que se aprueba un proyecto de ley debe existir un estudio serio que estime los costos y determine si tenemos los recursos para pagarlo. Es una práctica que espera que tanto congresistas, como gobierno, disciplinen sus iniciativas a un principio de realidad: saber cuánto cuesta y si podemos pagarlo”, sostuvo Valencia.
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Hacienda dice que ya avaló
Las críticas al sistema de salud propuesto por el Gobierno Petro van más allá del rol que jugaría el Estado, involucran también a la inseguridad sobre la capacidad de que dicho modelo sea sostenible en el tiempo.
“Una reforma a la salud sin aval fiscal, sin acuerdos, sin claridad sobre la ruta del paciente y en un contexto de desconfianza, de fracaso de la estrategia del gobierno de aprobarla con base en acuerdos clientelistas no tiene futuro. No puede tenerlo”, aseguró el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, quien al inicio de la administración Petro hiciera parte de la cartera de Educación.
Pese a ello, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, advierte que desde su cartera ya se envió al Congreso el aval fiscal que da luz verde para avanzar con la reconfiguración del sistema de salud.
“El Gobierno ya presentó un aval fiscal, otra cosa es que las congresistas digan que eso no es un aval fiscal. El aval fiscal lo que dice es que el gasto en salud en Colombia se divide en dos grandes componentes: el gasto en mediana y alta complejidad y el gasto en prevención”, dice el titular de la cartera financiera.
Además, asegura que hoy el gasto en la salud principal es el gasto en mediana y alta complejidad. Explica que eso significa los tratamientos de enfermedades crónicas, de todo tipo de enfermedades. “La pregunta es si en el corto plazo ese costo, ese gasto en mediana y alta complejidad se puede reducir”, dice Bonilla, quien responde que no se puede reducir.
Concluye que no esos son pacientes ya diagnosticados y que lo que puede hacer el país es comenzar a destinar recursos para la prevención.
“El interrogante es en el corto plazo usted qué puede hacer, y lo que puede hacer es incorporar prevención que no se ha hecho. Como no se ha hecho, el aval fiscal lo que dice es, tenemos que incorporar un gasto en prevención. Ese gasto en prevención es importante en el corto plazo y solo tiene impactos en el mediano plazo para que baje el gasto en mediana y alta complejidad. Por lo tanto, si yo sumo el gasto en mediana y alta complejidad más el costo de prevención de ahora, me da un gasto mayor al que estaba esperado”, cerró Bonilla.
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