¿Reducir la pobreza se traduce en la generación de nuevos empleos?

“La causa del mejoramiento laboral es fundamentalmente la reducción de la pobreza no la reforma sobre las cotizaciones”, dijo el presidente Petro. ¿Eso sí es así?

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Bogotá — “La causa del mejoramiento laboral es fundamentalmente la reducción de la pobreza no la reforma sobre las cotizaciones”, así dice uno de los trinos recientes del presidente Gustavo Petro, que usó para cuestionar un informe que hicieron investigadores del Banco de la República sobre los posibles impactos de la reforma laboral que haría cambios en el pago de horas extras, dominicales, entre otros.

Según el informe de los investigadores del Emisor, que no representa la visión de la Junta Directiva, “los resultados indican que, en el escenario medio, el incremento en los costos salariales (debido a la reforma laboral) recortaría 454.000 empleos formales (en un rango entre 152.000 y 746.000, dependiendo de la respuesta estimada del empleo formal a los costos salariales), equivalente a una reducción de 2,1 pp de la tasa de formalidad, en un horizonte de entre tres y cuatro años”.

¿Reducir la pobreza genera empleos o mejora el mercado laboral?

Las declaraciones del presidente Petro abren la pregunta de si reducir la pobreza podría traducirse en la generación de nuevos empleos o en el mejoramiento del mercado laboral. Para esto, Bloomberg Línea consultó a expertos en la materia.

Pero antes de entrar en otros detalles cabe mencionar que de acuerdo con el presidente Gustavo Petro, “entre 2012 y 2017 la pobreza cayó en Colombia, por el incremento de la renta petrolera y carbonera y una mejor distribución de ella gracias a la reforma tributaria de Santos (...) Las condiciones laborales vuelven a deteriorse en 2018, no porque haya pasado la reforma de cotizaciones, que poco tiene que ver, al contrario de lo que dicen los autores, sino porque vuelve a incrementarse la pobreza por el derrumbe de los precios del petroleo en 2017 y luego por el covid y Duque”.

Vale decir que Colombia aún no conoce las cifras oficiales de pobreza de 2022, lo cual dificulta la toma de decisiones para luchar contra dicha desigualdad. Según datos del Dane, durante 2021 Colombia tenía 19,6 millones de personas en pobreza (39,3% de la población) y 6,1 millones en pobreza extrema (12,2%).

Entrando en materia, Henner Solarte, economista de la Universidad de Eafit y quien ha trabajado evaluando el impacto de subsidios en Antioquia, dijo a Bloomberg Línea que “reducir la pobreza no se traduce en que el mercado laboral mejore (mejorar en términos de aumento de trabajo formal y salario). Porque viéndolo en el otro sentido, la existencia de puestos de trabajo por sí solo no es suficiente para reducir la pobreza. Es la calidad del trabajo la que marca la diferencia”.

Por su parte Natalia Galvis, consultora en política social y experta en temas de pobreza dijo que no cree que la causa del mejoramiento laboral sea la reducción de pobreza, “creo que la causalidad es al revés”.

Cuando una persona pobre logra insertarse en los mercados de trabajo la pobreza se reduce, tanto la monetaria como la multidimensional. La monetaria de manera directa porque ya está percibiendo un ingreso por parte de su actividad económica principal y la multidimensional porque a partir de ese ingreso va a poder hacer inversiones que son esenciales para mejorar su bienestar”, añadió Galvis.

En línea con lo expuesto, Solarte comentó que la generación de empleo por si sola no es suficiente para la reducción de la pobreza. “Ahí juega un papel importante el mejoramiento del mercado laboral a través de la productividad que permite que los trabajadores puedan mejorar su remuneración y efectivamente salir de situaciones de pobreza. Como tambien las habilidades que los trabajadores forman a través de la experiencia que les permite pasar a mejores trabajos con mejor remuneración”.

¿Cómo generar empleo para la gente que está en pobreza?

Para Natalia Galvis, es importantísimo el desarrollo del capital humano y “eso ocurre básicamente porque hay acceso a educación básica, técnica, tecnológica y universitaria de calidad (...) eso se traduce en mayores oportunidades de participar en el mercado laboral”.

Un ejemplo de lo anterior es Jóvenes en Acción, añade la experta. “Dicho programa ha aumentado el acceso a educación de calidad de las personas de hogares más pobres mientras que da continuidad a los esquemas de transferencia durante ese periodo de formación para que las personas no vayan a desertar y completen el ciclo de educación que posteriormente se va a traducir en mayores oportunidades de acceder a los mercados de trabajo”.

Según mencionó Solarte, una persona que gana 1 salario mínimo tiene en promedio 8,4 años de educación mientras que alguien que gana aproximadamente 3 salarios mínimos tiene en promedio 15,4, razón por la cual es importante hacer foco en el acceso a educación de calidad.

En palabras del experto, otra herramienta que puede ayudar a la empleabilidad de personas en pobreza “son los centros de cuidado que permiten a los cuidadores, especialmente mujeres, tener una oportunidad de educarse o trabajar porque liberan tiempo que destinaban originalmente al cuidado de alguien más, principalmente los hijos. Y así uno podría enumerar otras formas de ayudar al empleo desde la oferta”.

“Pero creo que ha faltado una discusión honesta del rol que tiene el gobierno de facilitar el problema de empleo desde la demanda. Parte de los problemas de desempleo e informalidad se debe a lo rígido que es nuestro mercado laboral. Y el ultimo informe del Banrep evidencia eso: el riesgo de que una reforma laboral (que hace más rigido el mercado laboral) termine destruyendo puestos de trabajo”, añadió Solarte.

Cabe decir que desde el lado de la visión del Gobierno, la reforma laboral -que mejora las condiciones de los que ya tienen un empleo- ayudará a que los trabajadores tengan mejores ingresos, incentiven el consumo y de esta manera se genere un círculo virtuoso en la economía. No obstante, no trae herramientas suficientes pensadas en sacar del desempleo e informalidad a la mayoría de colombianos (más de 15 millones de personas).

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