¿Quién tiene la culpa de la desaceleración de la economía de Colombia?

Los exministros de Hacienda de Iván Duque y Gustavo Petro, se culpan mutuamente del desempeño actual del PIB luego de que cayera 0,3% en el tercer trimestre

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Bogotá — La economía colombiana cayó 0,3% en el tercer trimestre y los anteriores encargados de las finanzas públicas se culpan mutuamente del desempeño actual del Producto Interno Bruto.

En días pasados el presidente Gustavo Petro aseguró que se requería más gasto público para reactivar la economía y pidió al Banco de la República comenzar a bajar la tasa de interés en el país.

Tras la polémica desatada por las declaraciones del presidente, su exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, salió al paso a las críticas que se le hicieron al Gobierno por desestimular la inversión del sector privado.

Ocampo, a través de su cuenta en X, sostuvo que “Se equivocan quienes argumentan que la desaceleración de la economía es un efecto de los altos impuestos a las empresas que estableció la reforma tributaria de 2022. Fue la reforma tributaria del gobierno Duque (2021) la que elevó a 35% el impuesto de renta a la empresas” dijo el ex funcionario.

Además, explicó que, contrario a lo que se ha dicho en los últimos días, la reforma tributaria del Gobierno Petro sirvió para corregir inequidades que tenía el sistema tributario colombiano.

“La de 2022 eliminó beneficios sectoriales injustificados; mejoró la progresividad de los impuestos pagados por las personas naturales, y se enfocó en sectores con ganancias extraordinarias para mejorar el financiamiento de la inversión pública. Como ya lo he dicho, el reto actual es ejecutar bien los recursos públicos para reactivar la economía”, aseguró Ocampo.

Tras las críticas de Ocampo, el exministro de Hacienda del Gobierno de Iván Duque, José Manuel Restrepo, le recordó que la reforma aprobada en 2021 se hizo por consenso y que, además, esa fue la reforma que se logró aprobar por la coyuntura de ese momento. “Seguramente hubiese podido hacerse una reforma mejor, pero era la mejor que en ese momento permitía el contexto. Sin embargo, siempre se diseñó para que la tarifa efectiva de tributación (basado en el modelo doing business) fuese inferior al que teníamos en 2018″.

Restrepo le recordó que la reforma, entre otras, buscaba “reactivar sectores claves de la economía (como el turismo o restaurantes, las economías culturales, el consumo y la industria), lograr motivar a los entes territoriales a crecer y diseñar mecanismos de sostenibilidad fiscal y social. Prueba de lo cual fue la financiación de ingreso solidario, de la matrícula cero en educación superior o del incentivo al empleo femenino y juvenil, así como de lucha contra la evasión y mejora en gestión de la Dian”.

Le recordó a Ocampo que la tributaria de 2022 modificó aspectos que llevaron la tarifa total de impuestos a cargo de las empresas. “Luego de gozar de estos beneficios, se formula una nueva reforma tributaria (la del 2022 ) que desafortunadamente no logra el mismo consenso. Envía un mensaje negativo al sector empresarial y en especial afecta al sector de hidrocarburos. Lo más preocupante fue que los cambios que introdujo elevaron de 41,5% al 60% la tasa combinada como lo demostró la Universidad de Los Andes”.

Según Restrepo en esto no ayudó el nuevo tratamiento del ICA, ni algunos otros cambios en renta incluido el desmonte de la mayoría de beneficios al turismo. “Tampoco ayudó la reinstalación del impuesto al patrimonio de manera permanente que francamente tiene poco sentido técnico (porque la persona termina en cierto número de años entregando todo su capital al Estado). Allí tristemente se dejó una semilla para decrecer y desincentivar la inversión que estamos pagando con un año entero de caída en inversión en 2023 (-8% en primer trimestre de 2023, -24% en el segundo y -33% en el tercero”.